El Gobierno se prepara para aprobar, tras la vuelta del verano, un paquete de iniciativas que busca combatir la sensación de fin de ciclo que ha surgido tras el escándalo que afecta a Santos Cerdán, exsecretario de Organización del PSOE. Junto a medidas sociales, como la nueva ley del tabaco y la abolición de la prostitución, el Ejecutivo también contempla la condonación de la deuda de Cataluña, un compromiso adquirido con ERC a cambio de su apoyo a la investidura de Pedro Sánchez.
Fuentes de la Moncloa informan que la intención es aprobar la ley que permita esta quita “a principios de septiembre”, aunque la fecha aún no está definida. Los colaboradores del presidente del Gobierno subrayan que el “compromiso” es que todas las comunidades autónomas, no solo Cataluña, puedan beneficiarse de la condonación del 20% de su deuda.
A finales de febrero, la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, detalló las cuantías que se condonarán a cada territorio a través del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA). Según los cálculos del Ministerio, a Cataluña se le condonarán 17.014 millones de euros, siendo la segunda comunidad más beneficiada tras Andalucía, que recibirá 18.791 millones de euros.
Se estableció que, a la vuelta del verano, debería activarse el mecanismo que lo haga posible, mediante la aprobación de la medida por el Consejo de Ministros y la posterior votación en el Congreso de los Diputados. Sin embargo, los votos no están garantizados en este momento.
El Ejecutivo considera que el PP debería apoyar la medida, ya que la mayoría de las autonomías están gobernadas por el partido de Alberto Núñez Feijóo. No obstante, cuando se debatió la propuesta en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) en febrero, los consejeros de Hacienda del PP mostraron una actitud de rechazo frontal. A pesar de esto, los socialistas confían en que la condonación avance en la Cámara baja gracias al apoyo del bloque de investidura. Junts es el partido más reacio a dar su apoyo, pero será complicado que se oponga a una iniciativa que afecta a Cataluña.
La quita también se interpreta como un guiño a ERC antes de iniciar las negociaciones para los Presupuestos Generales del Estado del próximo año, tras haber prorrogado las cuentas de 2023. Sin embargo, los republicanos han señalado que la condonación es un compromiso ya adquirido y no influirá en su decisión respecto a unos Presupuestos que se prevén difíciles, debido a las condiciones impuestas por los socios parlamentarios de Sánchez.
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