El Congreso de los Diputados ha intensificado sus críticas al Gobierno, evidenciando un aumento en las derrotas legislativas en los últimos meses. La nueva portavoz del PSOE, Montse Mínguez, destacó que, a pesar de las dificultades, el Gobierno logró aprobar 42 leyes en casi dos años de legislatura. Sin embargo, advirtió que la producción legislativa actual es notablemente inferior a la del mandato anterior, donde se aprobaron 215 leyes. Este panorama es preocupante para la coalición del PSOE y Sumar, ya que el ritmo de las derrotas legislativas está en aumento.
Derrotas legislativas recientes
Desde la investidura de Pedro Sánchez en noviembre de 2023, el Gobierno ha enfrentado seis fracasos en iniciativas legislativas, de las cuales cinco han ocurrido en los últimos nueve meses, lo que representa el 83% de las derrotas. La mayoría de estas derrotas han sido en propuestas de carácter económico, lo que pone de manifiesto la falta de una mayoría progresista en el Congreso, con Junts aliándose en varias ocasiones con el PP y Vox.
El primer revés significativo se produjo en enero de 2024, cuando Podemos vetó un decreto laboral que incluía un aumento del subsidio por desempleo. Posteriormente, fracasaron dos decretos relacionados con impuestos a las energéticas y ayudas al transporte, aunque algunas de estas medidas fueron rescatadas más tarde. Otras derrotas incluyen la ley de creación de la Agencia Española de Salud Pública y el decreto antiapagones, así como la reciente propuesta de reducción de la jornada laboral.

Desafíos para los Presupuestos Generales del Estado
La situación actual se presenta como adversa para la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado, que son considerados cruciales para que Sánchez pueda completar su mandato hasta la mitad de 2027. A pesar de la tormenta judicial que rodea al presidente y sus colaboradores, la Moncloa intenta desvincular las derrotas legislativas de la negociación de las cuentas públicas.
Sin embargo, los colaboradores de Sánchez reconocen que no tienen garantías de que los Presupuestos sean aprobados, especialmente ante las condiciones impuestas por socios como Junts y Podemos. Estos últimos exigen, entre otras cosas, el cumplimiento de la oficialidad del catalán en la UE y la aplicación de la amnistía a Carles Puigdemont, así como la resolución de una supuesta deuda de 50.000 millones de euros en inversiones en Catalunya, cifra que los socialistas no reconocen.
Por su parte, Podemos ha complicado aún más la situación al demandar medidas como la no ampliación del gasto militar, romper relaciones con Israel y reducir los alquileres por ley en un 40%.
Separación de las negociaciones
A pesar de la presión, en la Moncloa insisten en que los Presupuestos y otras leyes deben ser tratados de forma independiente. La reciente derrota en el Congreso sobre la reducción de la jornada laboral, que afectaría a 12 millones de trabajadores, no debería influir en la negociación de las cuentas públicas, según fuentes del Gobierno.
El entorno de Sánchez también señala que su estrategia ha cambiado con el inicio de este nuevo curso político. En lugar de evitar votaciones que podrían resultar en derrotas, el Ejecutivo ha decidido llevar las iniciativas hasta el final, a pesar de la previsibilidad de los resultados negativos.
La portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, enfatizó que las derrotas no deben ser vistas como un fracaso del Gobierno, sino como una posición que los partidos políticos deben asumir ante los trabajadores. Sin embargo, la realidad es que la legislatura que Sánchez busca extender hasta 2027 está marcada por un ambiente cada vez más complicado y preelectoral.
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Contexto
La relación entre el Congreso y el Gobierno ha sido históricamente compleja, marcada por tensiones y negociaciones constantes. En el actual escenario político, la coalición entre el PSOE y Sumar enfrenta un desafío significativo debido a la creciente oposición y la falta de una mayoría sólida en el Congreso. Este contexto se vuelve crucial, ya que las derrotas legislativas no solo afectan la capacidad del Gobierno para implementar su agenda, sino que también reflejan un cambio en la dinámica política que podría tener repercusiones en futuras elecciones y en la estabilidad del Gobierno.
El aumento en las críticas y las derrotas legislativas pone de manifiesto las dificultades que enfrenta el Ejecutivo para avanzar en su programa, especialmente en temas económicos y sociales. La situación actual podría influir en la percepción pública del Gobierno y en la confianza de los ciudadanos en su capacidad para gestionar los asuntos del país, lo que resalta la importancia de estos acontecimientos en el panorama político general.
Claves y próximos pasos
- La necesidad de reestructurar las alianzas políticas para asegurar la aprobación de futuras leyes.
- La importancia de abordar las demandas de los socios de gobierno para evitar más fracasos legislativos.
- Se puede esperar un enfoque más estratégico por parte del Gobierno en la presentación de iniciativas, buscando evitar derrotas que puedan afectar su imagen.
FAQ
¿Cómo me afecta? Las decisiones del Congreso y las derrotas legislativas pueden influir en políticas que afectan directamente la economía y el bienestar social, como el empleo, la salud y la educación.
¿Qué mirar a partir de ahora? Es importante seguir de cerca las negociaciones sobre los Presupuestos Generales y las iniciativas legislativas, ya que su éxito o fracaso podría determinar el rumbo del Gobierno y su capacidad para cumplir con sus promesas.
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