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El caso Celulosa: seis compañías incumplen con sus deudas

En el último año, seis compañías no lograron cumplir con sus compromisos de pago de deuda. El caso más reciente es el de Celulosa Argentina, que solicitó su ingreso en concurso preventivo de acreedores. Otras empresas del sector agropecuario y energético también enfrentan situaciones similares, debido a grandes deudas y una reducción en los márgenes operativos.

Este lunes, Celulosa Argentina hizo un pedido de concurso preventivo ante la Comisión Nacional de Valores (CNV) para renegociar con sus acreedores bajo supervisión judicial. El objetivo es evitar la quiebra y sostener sus operaciones. Recientemente, la empresa publicó su balance semestral, que mostró una caída del 44% en los ingresos, afectada por la disminución de los volúmenes de venta, la caída de precios en términos reales y la pérdida de competitividad en el mercado exportador.

José Molino, head of Corporate Finance de Moody’s Local Argentina, comentó que “en el caso de Celulosa, había un default desde mayo. No se pudo concretar por diversas causas, sobre todo porque tenían muchos deudores, lo que dificultó la comunicación”. Agregó que las empresas están trabajando con márgenes muy pequeños y que en un mercado sin dollar-linked, hay poco apetito por este tipo de riesgos, especialmente para empresas medianas y pequeñas.

A finales de agosto, Aconcagua Energía, que reconoció una deuda cercana a los $447.604 millones, también cerró su proceso de reestructuración. Para salir adelante, Tango Energy adquirió el 93% del capital social y de la subsidiaria Aconcagua Energía Servicios.

Otra firma en problemas es Albanesi, que ha postergado vencimientos de deuda y comenzó un proceso de diálogo con sus acreedores para reestructurarse. La compañía, dirigida por la familia Losón, tiene una deuda de más de US$1100 millones, incluyendo obligaciones negociables en dólares y en pesos, así como créditos bancarios.

Leonardo Chialva, socio de Delphos Investment, mencionó que estos defaults no son sorprendentes, dado que los números eran delicados y solo eran sostenibles en un contexto de pseudo-hiperinflación. “El manejo financiero de estas empresas no fue adecuado, era solo cuestión de tiempo”, afirmó.

El sector agropecuario también ha sido gravemente afectado. Los Grobo Agropecuaria, en concurso de acreedores desde febrero, solicitó un procedimiento preventivo de crisis. Empresas como Agrofina, subsidiaria del Grupo Los Grobo, y Surcos también enfrentan dificultades financieras.

Molino explicó que estos eventos se originan en dos frentes: la crisis de liquidez y un cambio en los fundamentos económicos que comenzó en 2023. La apreciación del tipo de cambio y la liberación de importaciones han incrementado los costos en pesos, obligando a las empresas a modificar sus estructuras de costos.

A pesar de los defaults, desde Moody’s se descarta que estas empresas incurran en eventos de incumplimiento. Actualmente, se monitorean las altas tasas de interés en pesos.

Chialva concluyó que el sector privado argentino es “muy sólido” en términos generales, con empresas bien capitalizadas y poca deuda, aunque un cambio abrupto en el contexto global podría implicar un shock en la dinámica actual.

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