Las elecciones en distintos partidos del Gran Buenos Aires comenzaron con demoras en la apertura de mesas, lo que generó malestar entre los votantes. El frío de la mañana y las rejas cerradas de algunas escuelas marcaron el inicio del proceso electoral.
En al menos tres escuelas de Avellaneda, a las 8 de la mañana, cuando debía iniciar la votación, los padrones aún no estaban pegados y las urnas permanecían en un aula sellada. Afuera, una fila corta de vecinos reclamaba poder ingresar, mientras la frustración comenzaba a crecer. Algunos golpeaban la puerta, otros miraban el reloj, preocupados por el trabajo que les esperaba. La situación se caracterizó por la ausencia de autoridades, fiscales desorientados y una policía que pedía paciencia sin ofrecer explicaciones claras.
En la Escuela Normal Mixta de Avellaneda, minutos antes de la apertura, solo tres personas esperaban en la vereda. Una fiscal de Somos Buenos Aires comentó que la desilusión era palpable, ya que no esperaban que hubiera tanta gente para votar, y anticipó que probablemente menos de la mitad del padrón se presentaría.
A las 8 en punto, la escuela seguía cerrada. Las urnas habían llegado la noche anterior, pero esperaban al Correo para habilitarlas. Cuando finalmente llegaron, los fiscales comenzaron a colocar las listas de los padrones en las puertas, mientras los votantes seguían pidiendo ingresar. Pasaron diez minutos sin que se abrieran las puertas y, tras una discusión, se permitió el ingreso, pero la mesa 7 permaneció cerrada por falta de autoridades. La directora solicitó que algún vecino aceptara ocupar el cargo de presidente de mesa, pero los votantes se negaron, exigiendo que las autoridades se hicieran cargo de la situación.
El ambiente se tornó tenso cuando un policía retuvo el DNI de un votante para obligarlo a quedarse, lo que generó gritos y un clima de violencia. Algunos votantes expresaron su frustración, indicando que las demoras les causaban problemas laborales.
La situación fue similar en la Escuela Nicolás Avellaneda Nº1, donde la apertura se retrasó y los votantes esperaron en la calle. La presión colectiva obligó a abrir las puertas, y los votantes expresaron su descontento por las largas esperas y la falta de explicaciones.
En contraste, en la Escuela Técnica Nº7 José Hernández, la apertura se demoró solo 15 minutos y todas las mesas estaban habilitadas, aunque la concurrencia era baja. Una votante expresó su desilusión, indicando que muchos se sentían desmotivados para participar en el proceso electoral.
Este 7 de septiembre, más de 14 millones de bonaerenses están habilitados para votar en 41.189 mesas. En juego están 46 bancas de diputados y 23 de senadores provinciales, además de diversas autoridades municipales. Sin embargo, el clima electoral se ha visto afectado por el descontento de los votantes, quienes se encontraron con escuelas cerradas y autoridades ausentes, lo que ha profundizado la desconfianza hacia el sistema electoral.
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