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Cómo localizar las constelaciones más famosas y su significado histórico

Desde tiempos inmemoriales, la humanidad ha mirado al cielo nocturno en busca de patrones y respuestas. Las constelaciones, agrupaciones de estrellas a las que hemos puesto nombre, han sido guía de navegantes, calendario de agricultores y lienzo para nuestras mitologías. Hoy los científicos siguen aprovechando esta tradición milenaria, que se ha convertido en una herramienta fundamental para cartografiar el universo.

¿Cuántas constelaciones se pueden ver desde la Tierra?

Oficialmente, el cielo está dividido en 88 constelaciones. Su cartografía fue establecida por la Unión Astronómica Internacional a partir de 1928 para que cada punto de la esfera celeste perteneciera a una única región, sin solapamientos ni ambigüedades. Aunque no es posible verlas todas desde un único punto del planeta debido a la latitud y a la rotación terrestre, a lo largo de un año y desde diferentes lugares del mundo, todas las constelaciones se revelan ante nosotros.

El primer paso para observarlas es distinguir entre una “constelación” y un “asterismo”. Mientras que un asterismo es un patrón de estrellas popular y reconocible por su forma (como el Carro o el Triángulo de Verano), una constelación es una de las 88 regiones oficialmente delimitadas que dividen la totalidad de la esfera celeste, un concepto mucho más útil para la astronomía moderna.

Esta estandarización marcó un punto de inflexión en la historia de la astronomía. Antes de 1928, las distintas culturas y tradiciones astronómicas mantenían sus propios mapas celestes, lo que dificultaba la comunicación científica a nivel global. Con el auge de la astrofísica, se hizo necesario contar con un sistema de referencia universal para localizar con precisión objetos como estrellas variables, nebulosas o galaxias lejanas.

Definiendo unas fronteras claras, la IAU transformó las constelaciones de figuras mitológicas en un sistema de coordenadas celestes equivalente a los países del mapamundi. Esta unificación fue un pilar para la colaboración astronómica internacional del siglo XX y XXI, facilitando el mapeo del cosmos y el desarrollo de proyectos globales como la búsqueda sistemática de exoplanetas.

Las constelaciones más conocidas y dónde podemos verlas

Aprender a reconocer las constelaciones más famosas es el primer paso para convertirse en un astrónomo aficionado. Estas son las constelaciones más icónicas y cómo encontrarlas:

La Osa Mayor

Con una extensión de 1.280 grados cuadrados, la Osa Mayor es la tercera constelación más grande del cielo nocturno. En la mitología griega, representa a la ninfa Calisto, a quien la celosa diosa Hera transformó en una osa.

La forma más sencilla de identificar la Osa Mayor es buscando su famoso asterismo, conocido como “el Carro” o “el Cazo”, que es un grupo de siete estrellas brillantes que dibujan la forma de una cazuela con un mango curvo. Este asterismo es en realidad solo una parte de la constelación completa, que también incluye estrellas que forman la cabeza y las patas del oso.

Además, la Osa Mayor es la principal herramienta de navegación celeste en el hemisferio norte por su función como “puntero” cósmico. Las dos estrellas del borde exterior del cazo, Merak y Dubhe, forman una línea recta que, si se prolonga cinco veces, apunta directamente a la estrella Polar, la forma más fiable de encontrar el norte geográfico.

La Osa Menor

La Osa Menor se localiza a partir de la Osa Mayor. Siguiendo la línea imaginaria trazada por las estrellas “puntero” (Merak y Dubhe), se llega a Polaris, la estrella más brillante de la Osa Menor, que marca el final de su cola. Su forma es similar a la de un carro, pero es más pequeña, y sus estrellas son considerablemente más tenues, a excepción de Polaris, que es un sistema estelar triple.

La Osa Menor es una constelación circumpolar visible durante todo el año en el hemisferio norte. Contiene el polo norte celeste, el punto alrededor del cual parece girar todo el cielo boreal.

Orión

Orión es una de las constelaciones más espectaculares y fáciles de reconocer. Al estar situada sobre el ecuador, es visible desde casi cualquier parte del mundo. Su rasgo más distintivo es el “Cinturón de Orión”, un asterismo que forma una línea casi perfecta de tres estrellas muy brillantes: Alnitak, Alnilam y Mintaka.

Orión representa al gigante cazador de la mitología griega y alberga una de las regiones de formación estelar más activas y cercanas: la Gran Nebulosa de Orión (M42). Su estrella más brillante es Rigel, una deslumbrante supergigante azul.

Casiopeia

Esta constelación del hemisferio norte es inconfundible gracias a su distintiva forma de “W” o “M”, que consta de cinco estrellas brillantes. Al ser circumpolar, es visible durante todo el año desde latitudes medio-altas del norte. Casiopea representa a la vanidosa reina de la mitología etíope, condenada a girar eternamente alrededor del polo celeste.

Canis Major

Representa a uno de los perros de caza que acompañan a Orión. Su estrella principal, Sirio, es la más brillante de todo el cielo nocturno. La forma más sencilla de encontrar a Can Mayor es utilizar el Cinturón de Orión como guía, prolongando la línea de las tres estrellas hacia el sureste.

Pegaso

La característica más prominente de Pegaso es un gran asterismo conocido como el “Cuadrado de Pegaso”, formado por cuatro estrellas que representan el cuerpo del caballo alado. La estrella más brillante de Pegaso es Enif, una supergigante naranja.

Cruz del Sur

Fuera del alcance visual de Europa, la Cruz del Sur es una pequeña constelación que forma una cruz latina en el cielo austral. Su estrella más brillante es Acrux, que está entre las estrellas de mayor brillo de todo el cielo nocturno.

Las 13 constelaciones zodiacales

Desde una perspectiva astronómica, las constelaciones zodiacales son aquellas que se encuentran en el plano de la órbita de la Tierra alrededor del Sol. Este plano, proyectado en la esfera celeste, se conoce como la eclíptica. A diferencia de la astrología, que divide la eclíptica en 12 signos, las constelaciones astronómicas tienen tamaños y formas irregulares.

El Sol no atraviesa 12, sino 13 constelaciones. La “olvidada” es Ofiuco, el portador de la serpiente. Este movimiento ha provocado que, a lo largo de los más de 2.000 años transcurridos desde que se fijaron los signos del zodiaco, las constelaciones se hayan desplazado casi un mes completo respecto a las fechas astrológicas.

Aries

Representa al carnero alado cuyo Vellocino de Oro fue buscado por Jasón y los Argonautas. Su estrella principal es Hamal.

Tauro

Fácilmente reconocible por su forma de ‘V’, está marcada por la brillante estrella anaranjada llamada Aldebarán. Contiene los cúmulos estelares de las Pléyades y las Híades.

Géminis

Representa a los gemelos Cástor y Pólux de la mitología griega. Sus dos estrellas más brillantes llevan sus nombres.

Cáncer

Es una de las constelaciones zodiacales más tenues, que alberga el cúmulo estelar abierto del Pesebre (M44).

Leo

Reconocible por su forma de león agazapado. Su estrella más brillante es Régulo.

Virgo

Es la constelación más grande del zodiaco. Su estrella más brillante es Spica.

Libra

La única constelación del zodiaco que no representa a un ser vivo, sino a la balanza de la justicia.

Escorpio

Su forma curvada de estrellas dibuja un escorpión. Su corazón está marcado por la brillante supergigante roja Antares.

Ofiuco

Representa a Asclepio, el dios de la medicina, sosteniendo una serpiente.

Sagitario

Marca la dirección del centro de nuestra galaxia. Su asterismo más conocido es “la Tetera”.

Capricornio

Representa a una cabra marina, siendo una de las constelaciones más tenues del zodiaco.

Acuario

Representa al aguador, identificado con Ganimedes, el copero de los dioses del Olimpo.

Piscis

Representa a dos peces atados por sus colas. Su estrella más brillante es Alpherg.

Las constelaciones más visibles según la estación del año

El cielo nocturno es un escenario cambiante. A medida que la Tierra orbita alrededor del Sol, nuestra ventana apunta a diferentes regiones del cosmos, revelando un nuevo elenco de constelaciones con cada estación.

El cielo de invierno

Dominado por la constelación Orión, el cielo de invierno en el hemisferio norte ofrece un espectáculo impresionante con estrellas brillantes que forman un gran asterismo conocido como el Hexágono Invernal.

El cielo de primavera

En primavera, las constelaciones clave son Leo, Virgo y Bootes, siendo fácil encontrarlas siguiendo el arco del mango del Carro de la Osa Mayor.

Cielo de verano

El verano está dominado por el Triángulo de Verano, que incluye las estrellas Vega, Deneb y Altair, y ofrece la mejor época para observar la Vía Láctea.

Cielo de otoño

El otoño presenta el Cuadrado de Pegaso y la oportunidad de observar la Galaxia de Andrómeda a simple vista en un cielo oscuro.

Unos consejos para ver mejor las constelaciones

La clave para una buena noche de observación astronómica es escapar de la contaminación lumínica. Buscar un lugar oscuro y permitir que los ojos se adapten a la oscuridad es fundamental para una buena observación.

Usar linternas de luz roja y contar con prismáticos o telescopios puede mejorar la experiencia de observación. Además, existen aplicaciones que permiten identificar estrellas y constelaciones en tiempo real, facilitando el aprendizaje y la exploración del cielo nocturno.

Observar el cielo es, en esencia, mirar hacia nuestro propio pasado y nuestros orígenes, un recordatorio de que el viaje no ha hecho más que empezar.

Fuente original: ver aquí