El volcán Kilauea, ubicado en la isla de Hawái, volvió a entrar en actividad este martes, apenas 24 horas después de que el Monte Etna, en Italia, también registrara erupciones. Ambos volcanes han presentado comportamientos explosivos que han puesto a los centros de monitoreo en máxima alerta.
Detalles de la erupción
Desde diciembre, Kilauea ha tenido más de 30 erupciones en una secuencia sin precedentes. Durante esta última fase, las fuentes de lava alcanzaron hasta 150 metros de altura. Según informes de LN+, esta actividad eruptiva no representa una amenaza para la población cercana, y los turistas pueden acercarse para observar el fenómeno, aunque bajo la supervisión de guías.
El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) indicó que la erupción se produjo dentro del cráter Halemaʻumaʻu, en el Parque Nacional de los Volcanes de Hawái. Las autoridades están atentas a los riesgos asociados a la emisión de gases volcánicos y fragmentos que podrían afectar la calidad del aire. Se prevé que la actividad del volcán continúe al menos durante dos días.
Monte Etna
En paralelo, el Monte Etna, que ha estado en erupción durante tres semanas, ha experimentado explosiones esporádicas de moderada intensidad en su cráter sureste. A pesar de la disminución en la actividad, los expertos advierten que el Etna es “impredecible” y puede pasar de momentos de calma a episodios de alta energía en poco tiempo.
La reciente actividad del Kilauea y el Etna ha generado preocupación entre las autoridades y los científicos, quienes continúan monitoreando de cerca ambos volcanes.
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