Valencia se encuentra en medio de una importante obra de infraestructura, que incluye la creación de un nuevo acceso ferroviario de alta velocidad y la transformación del nodo de movilidad más relevante de la ciudad. Este proyecto, que se desarrolla en el entorno del Parc Central y la Estación Joaquín Sorolla, tiene como objetivo conectar Madrid-Valencia con el corredor mediterráneo y recuperar 230.000 metros cuadrados para zonas verdes y mejorar la conectividad entre barrios.
La obra, que se estima costará 665 millones de euros, incluye el soterramiento de líneas férreas y la construcción de un nuevo espacio intermodal que integrará trenes de alta velocidad, líneas convencionales, metro y autobús.
Una fuga de gas y diversos problemas
Sin embargo, los trabajos han traído consigo inconvenientes significativos. Recientemente, se registró una fuga de gas en la calle Olta, provocada por las excavaciones de Adif que dañaron una tubería. Aunque la situación fue controlada y no hubo riesgo para la población, el incidente llevó al confinamiento de una comunidad de vecinos cercana por razones de seguridad.
Los residentes han expresado su frustración, señalando que además de las molestias habituales, como el aumento del tráfico y el polvo en sus hogares, han experimentado cortes de luz y agua, y algunos han reportado agrietamientos en sus viviendas. Este tipo de problemas no es nuevo en proyectos de gran envergadura, como se ha visto en otras ciudades donde las obras han causado daños similares en las propiedades cercanas.
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