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Abandono de Google: mi experiencia con GrapheneOS en un Pixel

Si el objetivo es dejar de depender de Google en mi smartphone, tarde o temprano tocaría experimentar lo mismo que los usuarios de “la resistencia”: un Android personalizado que no tenga componentes de la firma de Mountain View. Y son muchos los elementos del sistema que utilizan su tecnología. Descartando las distribuciones Linux existentes por su estado prematuro y la dependencia que asumo en las apps de Android, no quedaba otra que darle una oportunidad a la renombrada GrapheneOS.

Temores iniciales. Cambiar el sistema operativo a un Google Pixel, los únicos móviles soportados oficialmente por el equipo detrás de GrapheneOS, es muy fácil. Me sorprendió lo sencillo que es instalar la ROM alternativa: desde la propia web oficial se hace todo el proceso. No es necesario instalar un programa, ni flashear desde el recovery o fastboot.

Para quienes no están familiarizados con el ‘cacharreo’ de Android: si quieres probar GrapheneOS, solo necesitas un cable USB para conectar el móvil al PC y seguir unos pasos intuitivos desde tu navegador. Pensaba que debería lidiar con procesos complejos, pero mis temores se disiparon instantáneamente.

La instalación. Quien ha instalado alguna vez un programa en un ordenador o un APK en Android, sabrá completar correctamente la instalación. Desde su interfaz web, el navegador se comunica con el smartphone y aplica los comandos que, por otro lado, puedes hacer de forma manual si eres experimentado.

En apenas cinco o diez minutos, ya estaba reiniciando el móvil para que arrancase desde el nuevo sistema operativo. En dos o tres minutos más, mi Pixel 6a ya ejecutaba la última versión de GrapheneOS basada en Android 16. Es importante mencionar que, aunque esta alternativa funciona sin Google, sigue partiendo de AOSP (el proyecto de código abierto de Android).

Primeras impresiones. Al iniciar el Pixel, recibí una bienvenida muy similar a la que ya estamos acostumbrados, y la configuración inicial muestra que prescinde de Google. No hay rastro de la compañía, y GrapheneOS logra ofrecer sensaciones similares al sistema stock, sin parecer una ROM hecha a toda prisa. Sin embargo, viene muy pelada, permitiendo al usuario personalizarla al detalle.

Su enfoque en la seguridad y la privacidad aparece por todos lados: para instalar apps hay que aceptar permisos extras, y entre sus ajustes hay opciones para permitir comprobaciones a través de servidores privados. Viene equipada con herramientas que no son posibles en el firmware de serie.

En esencia, me he encontrado un sistema muy ligero, fluido y no tan estético como el de Google. Las apps incluidas de serie son básicas y necesarias, lo que afecta la estética, aunque es un mal menor. También hay pocos widgets y opciones de personalización más allá de las habituales.

Es el lugar perfecto para descargar apps Open Source desde F-Droid u otras tiendas como Obtainium. He instalado Aurora Store para descargar directamente desde Play Store sin necesidad de iniciar sesión con mi cuenta de Google. También planeo usar mi alternativa a Google Fotos creada con Immich.

Sin servicios de Google. GrapheneOS elimina todo rastro de Google, lo que obliga al usuario a adaptarse a una experiencia radicalmente distinta. Para ver YouTube, he optado por un cliente llamado “NouTube”, y el navegador que trae está basado en Chromium. Cambiar GBoard fue complicado por sus sugerencias y escritura por gestos, pero con Florisboard el cambio es más llevadero.

No he tenido problemas para iniciar sesión en WhatsApp, Telegram, X o Instagram, ya que no dependen íntegramente de los servicios de Google. Sin embargo, me quedé sin mi copia de seguridad de WhatsApp, que necesitaba conexión con Google Drive, aunque no la echo de menos. He instalado la Pixel Camera en formato GCam, ya que la app preinstalada tiene un pobre postprocesado fotográfico.

Alternativas para los dependientes. Aunque GrapheneOS busca alejarnos de Google, permite su uso bajo ciertas circunstancias. En su tienda integrada, además de actualizar las apps del sistema, incluye varios servicios de Google para instalar, como Android Auto, Play Store y Play Services.

A diferencia de Android, GrapheneOS ejecuta estas aplicaciones en un entorno separado del sistema, sin acceso a nada, ni con permisos avanzados. Si dejo de necesitarlas, puedo desinstalarlas a placer.

En definitiva, este es mi primer paso hacia un futuro con menos Google y más libertad y privacidad. GrapheneOS es un buen punto de partida, bien equipada y un paraíso para utilizar las numerosas apps Open Source que los desarrolladores independientes ofrecen. Es posible tener un Android sin Google, sin salir de mi Pixel preferido. Seguiré compartiendo mi experiencia.

Fuente original: ver aquí