El panorama político de la derecha española se encuentra en un momento de tensión creciente, marcado por la escalada de desacuerdos y ataques entre el Partido Popular (PP) y Vox. Esta situación, que dificulta la posibilidad de que Alberto Núñez Feijóo aspire a La Moncloa tras las próximas elecciones generales, se ha visto exacerbada tras la celebración de la Fiesta Nacional del 12 de octubre.

Contrario a lo que se esperaba, la conmemoración no propició una tregua entre ambas formaciones. En cambio, los líderes del PP y Vox, Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal, respectivamente, protagonizaron un intercambio de declaraciones inusualmente duras.

Declaraciones cruzadas tras el 12 de octubre

Feijóo, en una entrevista, afirmó que a Vox “se le ha ido la pinza”, en referencia al desplante de Abascal a los actos institucionales del 12 de octubre, incluyendo el desfile militar y la recepción en el Palacio Real.

Crisis en la derecha: Fiesta Nacional detona cruces inéditos entre Feijóo y Abas
*Imagen referencial generada por IA.

Abascal respondió desde la sede de su partido, expresando su perplejidad ante la comparación que hizo Feijóo entre él y miembros de Bildu. Abascal, quien reivindica su trayectoria como militante del PP vasco en tiempos de la actividad de ETA, consideró inaceptable dicha comparación. Además, sugirió que “el señor Feijóo debe haberse dado un golpe en la cabeza”, aludiendo a la crítica del líder del PP por el plante institucional al Gobierno, una práctica que, según Abascal, el propio Feijóo había realizado previamente, como su ausencia al acto de apertura del año judicial en el Tribunal Supremo.

La comparación entre Vox y Bildu surgió a raíz de la ausencia de ambos partidos en los actos del 12 de octubre. No obstante, cargos institucionales de Vox, como el presidente del Parlamento de Baleares, Gabriel Le Senne, y el diputado en el Congreso y concejal en el Ayuntamiento de Madrid, Javier Ortega Smith, sí asistieron. Abascal justificó la presencia de estos cargos institucionales argumentando que sus obligaciones difieren de las suyas, al ostentar un cargo orgánico y presidir su grupo parlamentario. Feijóo, por su parte, insistió en la comparación con Bildu y sugirió una posible división interna en Vox, afirmando que “Vox se parte”.

En respuesta a la acusación de “pinza”, Abascal argumentó que lo que realmente preocupa es la “pinza que se tienen que poner en la nariz muchos votantes del PP, que ven cómo se traiciona sus principios”.

Un enconamiento creciente

Este intercambio de declaraciones evidencia un deterioro en las relaciones entre el PP y Vox, especialmente desde la llegada de Feijóo a la dirección del PP en 2022. A pesar de que inicialmente se esperaba una relación más fluida entre Feijóo y Abascal, las tensiones han ido en aumento.

La llegada de Feijóo al PP se interpretó como una oportunidad para mejorar la relación entre ambas formaciones, gracias a su estilo dialogante. Sin embargo, las diferencias han persistido, incluso después de los pactos de coalición alcanzados tras las elecciones municipales y autonómicas de 2023 en varias comunidades autónomas. Estos acuerdos, que permitieron a Vox acceder a vicepresidencias en regiones como la Comunidad Valenciana, Aragón, Baleares o Extremadura, se vieron interrumpidos por el desacuerdo en torno al reparto de menores inmigrantes de Canarias entre las diferentes regiones.

Mientras tanto, el PP, como parte del Gobierno insular de Canarias, se mostró abierto a negociar el reparto con el Gobierno central, aunque manteniendo objeciones sobre la reforma de la ley de extranjería y el reparto de los menores.

El contexto político actual, marcado por las encuestas que sitúan a Vox cerca de superar al PP y al PSOE como ganador de las elecciones, contribuye a la tensión entre ambas formaciones.

Contexto

La relación entre los partidos de derecha en España ha sido históricamente compleja, marcada por la necesidad de colaboración para formar gobierno y, al mismo tiempo, por la competencia por el electorado. Las diferencias ideológicas y estratégicas, así como las ambiciones de liderazgo, a menudo generan tensiones que dificultan la estabilidad política. Esta situación impacta directamente en la gobernabilidad y en la capacidad de formar mayorías sólidas.

Los desencuentros recientes entre los líderes del PP y Vox ponen de manifiesto estas dificultades y plantean interrogantes sobre el futuro de la coalición de derecha en el país. La polarización del debate político y la búsqueda de diferenciación por parte de cada partido complican aún más la situación, generando incertidumbre sobre la posibilidad de acuerdos y alianzas en el futuro cercano.

Claves y próximos pasos

  • Análisis de las declaraciones y su impacto en la opinión pública.
  • Estrategias de comunicación de ambos partidos para mitigar el conflicto.
  • Posibles negociaciones o acercamientos para recomponer la relación.
  • Observar si las bases de ambos partidos apoyan la confrontación o prefieren el diálogo.
  • Qué se puede esperar: Un período de incertidumbre y posibles reajustes en el panorama político de la derecha.

FAQ

¿Cómo me afecta? Esta situación puede influir en la estabilidad política y en las políticas públicas que se implementen en el futuro.

¿Qué mirar a partir de ahora? Estar atento a las reacciones de los votantes y a las posibles estrategias de los partidos para superar la crisis.

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