Científicos han identificado 50 objetos en órbita alrededor de la Tierra que, de ser retirados, disminuirían significativamente el riesgo de colisiones y la creación de más basura espacial. Este enfoque selectivo presenta una vía potencialmente eficiente para mitigar el creciente problema de los desechos orbitales.
La acumulación de basura espacial, que incluye satélites fuera de servicio, restos de cohetes y fragmentos de colisiones, representa una seria amenaza para las naves espaciales operativas y las futuras misiones espaciales. Las colisiones entre estos objetos pueden generar aún más desechos, creando un efecto cascada conocido como el síndrome de Kessler, que podría inutilizar ciertas órbitas.
Investigadores han estado estudiando el entorno orbital para identificar los objetos más peligrosos, es decir, aquellos con una alta probabilidad de colisionar con otros objetos y generar cantidades sustanciales de escombros. Al centrarse en la eliminación de estos elementos de “alto riesgo”, la amenaza general puede reducirse sustancialmente.
Estrategia de Eliminación Activa de Desechos
La estrategia de eliminación propuesta implica la desorbitación activa de estos 50 objetos, ya sea maniobrándolos hacia la atmósfera terrestre, donde se quemarán, o trasladándolos a una órbita cementerio lejos de los satélites operativos. Esta eliminación activa de desechos (ADR, por sus siglas en inglés) es un paso desafiante pero potencialmente crucial para garantizar la sostenibilidad a largo plazo de las actividades espaciales.
Desafíos y Obstáculos
Si bien la tecnología para la ADR existe, su implementación enfrenta importantes obstáculos, incluido el costo y la complejidad de capturar y desorbitar objetos grandes. La cooperación internacional y el desarrollo de marcos regulatorios eficaces también son esenciales para el despliegue exitoso de las misiones de ADR.
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