CÓRDOBA.- Con Lisandro Catalán como nuevo ministro del Interior, la Casa Rosada busca “recuperar el diálogo” con los gobernadores que la apoyaron en el Congreso durante su gestión. Esta estrategia surge tras la derrota en las elecciones bonaerenses y el deseo de revertir las duras derrotas parlamentarias que ha enfrentado el gobierno. Catalán, quien ha sido un interlocutor habitual con los mandatarios provinciales desde su asunción, ha iniciado encuentros cara a cara con cinco gobernadores y ha mantenido llamadas con otros líderes provinciales.

A pesar de estos esfuerzos, la mayoría de los gobernadores ha decidido esperar hasta después de las elecciones legislativas de octubre para iniciar negociaciones con la Casa Rosada que vayan más allá de “una foto”.

Factores que influyen en la decisión de los gobernadores

La competencia electoral con La Libertad Avanza (LLA) en sus respectivas provincias es un factor determinante que les lleva a postergar las negociaciones. Además, el incumplimiento de promesas relacionadas con fondos y obras por parte del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y de Catalán, también ha condicionado la disposición de los gobernadores para aceptar el llamado de la Casa Rosada.

Gobernadores esperan hasta octubre para negociar con la Casa Rosada
*Imagen referencial generada por IA.

En su primera semana como ministro, Catalán se reunió con tres gobernadores aliados de los libertarios: Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Leandro Zdero (Chaco) y Alfredo Cornejo (Mendoza). Sin embargo, el jefe de gobierno porteño, Jorge Macri, no participó en este encuentro, que incluyó también al ministro de Economía, Luis Caputo. Este último fue presentado como un incentivo para reabrir discusiones sobre los fondos con los gobernadores dispuestos a dialogar.

Desconfianza y retos en el diálogo

La reciente confirmación del veto de Javier Milei a dos leyes clave para las provincias—la de coparticipación de los ATN y el financiamiento de universidades—ha impactado negativamente en el renovado espíritu de diálogo que intenta fomentar la Casa Rosada. Además, la decisión administrativa 23/2025 que recortó $17.477 millones en transferencias corrientes a las provincias ha complicado aún más la situación.

El descontento de los gobernadores aliados se ha manifestado, especialmente por la falta de cumplimiento de acuerdos previos. El gobernador Gustavo Sáenz de Salta, por ejemplo, ha expresado su frustración al referirse a los gobernadores como “palomas de iglesia”, sugiriendo que sus promesas han fallado.

Expectativas de los gobernadores

A pesar de la desconfianza, algunos gobernadores, como Sáenz y Osvaldo Jaldo, han mencionado la posibilidad de “gestos institucionales”, pero coinciden en que prefieren esperar hasta después de octubre para entablar negociaciones concretas. El gobernador de Misiones, Hugo Passalacqua, también ha manifestado su interés en participar en una “Gran Mesa del Norte Grande Federal”, junto a otras provincias, lo que algunos interpretan como un guiño hacia la coalición Provincias Unidas.

Desde el gobierno se ha indicado que están dispuestos a ofrecer préstamos a los mandatarios provinciales, pero en las provincias el interés principal radica en recuperar los fondos que consideran que les pertenecen.

Mientras tanto, la atención de los gobernadores estará centrada en el proyecto de presupuesto 2026 que el Presidente presentará. Aunque se espera que sea discutido y sancionado a finales de noviembre, los gobernadores creen que los libertarios intentarán que lo discuta el nuevo Congreso, confiando en que tendrán mayor fortaleza en ese escenario.

Desde el oficialismo, se ha mencionado que se incluirán en el presupuesto la distribución de los fondos de ATN y cambios en el reparto del impuesto a los combustibles líquidos, con la esperanza de que estos gestos sean suficientes para que los mandatarios provinciales se sientan motivados a acompañar las iniciativas del gobierno.

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Contexto

La relación entre la Casa Rosada y los gobernadores provinciales ha sido históricamente compleja, marcada por un equilibrio delicado entre el apoyo político y las expectativas de recursos. La reciente derrota electoral del gobierno ha intensificado la necesidad de recuperar la confianza de los mandatarios provinciales, quienes juegan un papel crucial en la aprobación de leyes y en la gestión de recursos. Esta situación se agrava por la competencia electoral y la desconfianza generada por incumplimientos anteriores, lo que hace que los gobernadores se muestren cautelosos ante cualquier propuesta de diálogo.

La importancia de estas negociaciones radica no solo en la estabilidad política del gobierno, sino también en el bienestar de las provincias, que dependen de los fondos y recursos que se discuten en estos encuentros. La capacidad de la Casa Rosada para restablecer relaciones y cumplir con sus promesas puede influir en el desarrollo económico y social de las regiones, afectando directamente a los ciudadanos.

Claves y próximos pasos

  • La Casa Rosada debe demostrar un compromiso real con el cumplimiento de acuerdos previos para recuperar la confianza de los gobernadores.
  • Los gobernadores están a la espera de propuestas concretas que incluyan la distribución de fondos y recursos necesarios para sus provincias.
  • Se anticipa que las negociaciones se intensifiquen después de las elecciones legislativas, con un enfoque en el presupuesto y la distribución de recursos.

FAQ

¿Cómo me afecta? La situación política y las negociaciones entre la Casa Rosada y los gobernadores pueden influir en la asignación de recursos y fondos que impactan en servicios públicos y obras en tu provincia.

¿Qué mirar a partir de ahora? Es importante seguir de cerca las discusiones sobre el presupuesto y los anuncios del gobierno, así como las reacciones de los gobernadores tras las elecciones, ya que esto puede afectar la política local y regional.

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