España se enfrenta a un desafío significativo en relación al relevo generacional de su población activa debido al envejecimiento demográfico. Un estudio reciente del Observatorio de la Formación Profesional de CaixaBank Dualiza y Orkestra Instituto Vasco de Competitividad revela que existe un déficit de casi 3,5 millones de personas menores de 30 años en la población ocupada, lo que no permite compensar el número de trabajadores mayores de 50 años que se jubilarán en los próximos años.
“Hay un verdadero incendio demográfico, solo que no es imprevisto, lo hemos visto prender y extenderse”, declara Mónica Moso, investigadora y coautora del estudio. Este desajuste entre jóvenes menores de 30 años y mayores de 50 años se ha duplicado en la última década, lo que pone en riesgo la sostenibilidad de muchas empresas y actividades económicas debido a la escasez de mano de obra cualificada.
Diferencias demográficas en la población laboral
Según el informe, por cada joven de menos de 30 años hay tres trabajadores de más de 50 años. Este desequilibrio podría afectar a la cotización para las prestaciones de jubilación, donde un trabajador deberá soportar las prestaciones de varios pensionistas, aumentando la presión sobre el sistema de pensiones.
En comunidades como Asturias, por cada 100 jóvenes menores de 30 años hay 257 mayores de 65 años, y en Castilla y León y Galicia esta proporción supera los 220 mayores de 65 por cada 100 jóvenes. Estas regiones, caracterizadas por ser rurales y con alta tasa de despoblación, enfrentan dificultades para atraer y retener mano de obra joven en profesiones clave como la agricultura y la ganadería.
La baja natalidad como detonante
La baja tasa de natalidad en España, que ha disminuido un 27% en los últimos diez años, es uno de los principales factores detrás de esta situación. El número medio de hijos por mujer ha caído de 9,11 nacidos por mil habitantes en 2013 a 6,61 en 2023. Esta tasa varía considerablemente según el origen de las familias, siendo más alta entre las madres extranjeras.
El estudio también señala que el número de hijos por mujer ha descendido de 1,27 en 2013 a 1,12 en 2023, siendo menor entre las mujeres españolas (1,09 hijos) que entre las mujeres extranjeras (1,28 hijos). Estas cifras representan un riesgo para la sostenibilidad del relevo generacional, ya que se necesitan al menos 2,1 hijos por mujer para garantizarlo.
El impacto va por sectores
La escasez de jóvenes afecta especialmente a sectores tradicionales y técnicos como la electricidad, fontanería, carpintería, la industria manufacturera y la construcción, donde se registra un déficit de alrededor de 500.000 jóvenes para ocupar los puestos vacantes que dejarán los trabajadores jubilados en la próxima década.
En la Administración pública, la diferencia es aún más marcada: por cada 100 funcionarios menores de 30 años hay 690 mayores de 50 años. Esto ha llevado a un aumento en la convocatoria de oposiciones para cubrir las vacantes.
Por otro lado, sectores vinculados al ocio, cultura, información y comunicaciones no se ven tan afectados, ya que atraen a un mayor número de jóvenes en comparación con las actividades industriales y administrativas.
La escasez de mano de obra impactará en la economía
Las regiones con mayor presencia de sectores más afectados, como Andalucía, Cataluña y Madrid, muestran cifras cercanas al medio millón de profesionales en déficit. Estas comunidades se destacan como principales focos donde la falta de relevo generacional será crítica para la economía local y nacional.
Formación Profesional como clave para el relevo
El informe subraya la importancia de la Formación Profesional (FP) como solución para afrontar el déficit de nuevos profesionales en sectores industriales. Los mayores desequilibrios se observan en el grado Medio, donde hay una menor atracción de jóvenes. Sin embargo, la FP ofrece un acceso más fácil al mercado laboral, lo que podría ayudar a equilibrar el déficit actual.
Además, la falta de jóvenes formados en el sector de cuidados, vinculado al envejecimiento demográfico, y la migración de talentos del sector sanitario al extranjero complican el equilibrio en el relevo generacional. El informe enfatiza la necesidad de que los jóvenes se queden en el territorio y conecten su formación con el tejido empresarial para asegurar un relevo efectivo.
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