Karina Milei y Martín Menem, miembros de La Libertad Avanza (LLA), han expresado su preocupación por un posible espionaje en la Cámara de Diputados y han solicitado al fiscal federal Carlos Stornelli que inicie una investigación al respecto.
Según la cúpula de LLA, desde hace tiempo se han filtrado reuniones privadas en la Cámara, y se sospecha que hay audios de WhatsApp reenviados, así como la posible utilización de micrófonos para grabar conversaciones. Estas acusaciones surgen en un contexto de creciente desconfianza dentro del bloque.
El fiscal Stornelli ya está investigando una denuncia presentada por el Poder Ejecutivo sobre “inteligencia ilegal” en el Gobierno, que incluye la captación de conversaciones privadas de Milei y otros funcionarios.
Milei y Menem creen que han ocurrido grabaciones irregulares durante reuniones del bloque y otros encuentros políticos. Las sospechas apuntan a miembros del propio bloque de LLA, especialmente aquellos que se han separado recientemente, como Marcela Pagano y Carlos D’Alessandro.
Una fuente cercana a LLA afirmó que han llegado a los periodistas muchos audios de conversaciones privadas, y que las filtraciones parecen tener el objetivo de perjudicar a Menem y su círculo cercano. Se ha mencionado que algunas grabaciones fueron reenviadas a grupos de WhatsApp y que se utilizaron celulares durante reuniones presenciales para grabar.
En LLA no se ha aclarado cómo se registraron las conversaciones, pero se sostiene la teoría de que los micrófonos de la Cámara fueron utilizados para captar las discusiones. Sin embargo, durante requisas realizadas por la Policía Federal no se encontraron micrófonos adicionales a los reglamentarios.
Además, se ha indicado que algunos empleados filtran información de reuniones privadas, tomando fotos de las pantallas de los celulares desde distintos puntos del recinto, lo que también ha resultado en filtraciones a la prensa.
Recientemente, el Gobierno amplió la denuncia penal relacionada con la filtración de audios de Milei, tras la difusión de grabaciones que, según se afirma, fueron obtenidas de manera clandestina en la Casa Rosada. El Ministerio de Seguridad ha solicitado que se investigue una posible red de espionaje que involucra a actores políticos y medios de comunicación.
La situación ha generado un clima de desconfianza y rencillas internas dentro del bloque de LLA, lo que complica la evaluación de la veracidad de las acusaciones de espionaje y las filtraciones de información.
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