Home / Actualidad / Milei y Kicillof enfrentan la pobreza en el conurbano bonaerense

Milei y Kicillof enfrentan la pobreza en el conurbano bonaerense

“Futuro ya no tengo… mi futuro fue”. Esta fue la contundente respuesta de un joven de 19 años de un barrio popular del conurbano bonaerense a un equipo de investigadores del CIAS, que intenta relevar la situación en esa área. Este testimonio refleja un problema que va más allá de las cifras, revelando una crisis de expectativas en la juventud.

El próximo domingo, la política buscará votos en un contexto donde la miseria parece ser la norma. En esta región, el techo de chapa, el agua de pozo, las calles de tierra y la falta de servicios básicos son parte del paisaje cotidiano. En el conurbano bonaerense profundo, más de tres de cada diez argentinos viven en la pobreza, sumando cerca de 4,4 millones de personas entre pobres e indigentes.

Según datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Indec, procesados por la consultora ExQuanti, la pobreza alcanzó el 33,5% en los partidos del conurbano durante el primer trimestre de este año. La indigencia, que refleja a quienes no pueden cubrir una canasta alimentaria, se sitúa en un 8,7%.

Este porcentaje es tres puntos superior al promedio nacional de los 31 aglomerados que monitorea el Indec. Los partidos que conforman esta área incluyen Avellaneda, Lanús, Lomas de Zamora, La Matanza, Morón, entre otros.

La cantidad de habitantes en estos partidos hace que sean la región con mayor cantidad de pobres del país. Aunque existen otros aglomerados con porcentajes más altos, la densidad poblacional del conurbano acentúa la crisis.

A pesar de que los datos oficiales indican una disminución de la pobreza gracias a la reducción de la inflación y la mejora de los ingresos, los expertos advierten que la situación sigue siendo crítica. En el tercer trimestre de 2017, durante el gobierno de Mauricio Macri, la pobreza era del 27,5%, es decir, seis puntos menos que en la actualidad.

No solo los ingresos son reflejo de la pobreza. La realidad es aún más compleja: según el Censo 2022, hay 614.276 casas con techos de chapa sin revestimiento, 1,2 millones de hogares que reciben agua a través de bombas y 4 millones de bonaerenses sin acceso a atención médica.

Expectativas rotas

El CIAS realizó una encuesta a jóvenes de 16 a 24 años en barrios populares, buscando entender sus experiencias y expectativas. Los resultados revelan tres narrativas predominantes entre ellos:

Un 40% de los jóvenes sigue la narrativa tradicional, que implica un esfuerzo heroico para alcanzar metas como la educación y el trabajo. Otro 20% se adhiere a una narrativa minimalista, donde las expectativas se limitan a la autosuficiencia. El 40% restante vive en una narrativa del presente, sin poder imaginar un futuro.

Los jóvenes que siguen la narrativa tradicional tienen más recursos y apoyo familiar, mientras que los minimalistas se enfocan en la supervivencia. Los de la narrativa del presente, en cambio, enfrentan una falta de proyectos y recursos, reflejando una realidad de pobreza y violencia familiar.

Un testimonio impactante es el de Fernanda, de 17 años, quien al ser preguntada sobre su futuro, respondió: “Me veo sentada en la vereda, con un perro al lado, mirando la vida pasar”. Este tipo de relatos evidencia la desesperanza que predomina entre los jóvenes de la región.

Fuente original: ver aquí