Las compañías han recortado el presupuesto para personal fuera de convenio para el año 2025. La mediana de aumentos pasó del 35% al 30%, mientras que el promedio se redujo del 37% al 32%. Estas subas proyectadas buscan apenas sostener el poder de compra de los empleados.
Proyección de aumentos y su relación con la inflación
La consultora WTW informó que, a pesar del recorte, los aumentos previstos (30%-32%) se situarían levemente por encima de la inflación interanual proyectada, que es del 28,2%. Sin embargo, el objetivo principal de las empresas no es recuperar el poder adquisitivo, ya que el 60% planea solo empatar con la inflación y el 16% otorgará aumentos de 3 a 5 puntos por debajo del índice de precios al consumidor (IPC).
Hasta el momento, los empleados fuera de convenio han recibido un aumento del 18% en el primer semestre, y sumando los meses de julio y agosto, el acumulado alcanza el 20%. Los ajustes por sector en la primera mitad del año variaron entre el 12% y el 20%, lo que muestra una mejora desigual y, en muchos casos, insuficiente para recuperar lo perdido.
Ajustes y frecuencia de aumentos
Con la desaceleración de la inflación, las empresas han comenzado a espaciar la frecuencia de los aumentos. La tendencia se concentra en realizar de 3 a 4 ajustes anuales. De hecho, el 23% de las firmas solo ha aplicado dos o un ajuste hasta la fecha, lo que erosiona el salario mes a mes hasta la próxima corrección.
El recorte presupuestario y la menor cantidad de rondas de aumentos indican que la recomposición real de los salarios sigue en pausa. A pesar de que el promedio de aumentos supere marginalmente el IPC estimado, la situación general muestra salarios que no repuntan y que, para un segmento considerable, volverán a quedar por debajo de la inflación.
De cara al año 2025, el resultado dependerá de que la inflación efectiva no supere las proyecciones y de que las empresas no retrasen los próximos aumentos.
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