El entrenador de la selección paraguaya, Gustavo Alfaro, se mostró emocionado durante una conferencia de prensa en la que habló sobre el partido crucial que podría devolver a Paraguay a un Mundial después de 16 años. En este encuentro, la selección guaraní necesita un empate ante Ecuador o que Venezuela no gane a Argentina para clasificar.
Alfaro, quien ha transformado el desempeño del equipo desde su llegada en julio de 2024, destacó la importancia de recuperar el ADN histórico del fútbol paraguayo, caracterizado por su garra y templanza. En su breve gestión, ha logrado cinco victorias, cuatro empates y una derrota en diez partidos.
El último Mundial de Paraguay fue en 2010, donde el equipo llegó a cuartos de final. Alfaro expresó su deseo de tener al exentrenador Gerardo Martino a su lado y comentó sobre la vigilia que mantiene el país ante la posibilidad de clasificación, con el Gobierno declarando asueto para el viernes si se logra el objetivo.
En un momento emotivo, Alfaro mencionó que Paraguay le ha hecho sentir vulnerable, rompiendo su “caparazón de protección”. Se mostró agradecido por el apoyo que ha recibido y expresó su temor a perder el amor del pueblo paraguayo, enfatizando que siente una conexión especial con el país, a pesar de no ser originario de allí.
Alfaro también abordó la baja del volante ofensivo Julio Enciso y destacó la llegada de nuevos talentos al equipo, como Ronaldo Martínez. En un tono motivacional, instó a sus jugadores a dar el último paso hacia la clasificación, utilizando imágenes y recuerdos del último Mundial como fuente de inspiración.
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