La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, afirmó este martes que la Casa Rosada y la Cámara de Diputados estuvieron “infiltradas durante más de un año” en relación al caso de los audios atribuidos a la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei. Según la titular de la cartera, las presuntas grabaciones fueron utilizadas como un “misil político en plena campaña electoral”.
“Esto no es una mera infiltración, es un ataque directo a la democracia argentina, una operación planificada y concertada en todas sus etapas: grabación, tiempo de espera y ejecución en tiempo electoral. Digna de una organización política con fines claros: volver a la Argentina que estamos dejando atrás”, declaró en un video publicado en sus redes sociales.
Bullrich acusó directamente al kirchnerismo y aseguró que busca “inventar el caos” cuando “pierde poder”. “Crea un clima de sospecha, miedo e incertidumbre, operan desde las cloacas de la inteligencia ilegal con vínculos extranjeros, sembrando desconfianza y odio”, añadió.
Las declaraciones de la ministra surgen luego de que la cartera realizara una denuncia penal para que se investigue el presunto “espionaje ilegal” de las grabaciones. La medida se acompañó del pedido del Ministerio de Seguridad de allanar el canal de streaming Carnaval, que fue el primero en difundir los audios, y los domicilios de los periodistas Jorge Rial y Mauro Federico, del principal accionista del canal Pablo Toviggino y del abogado Franco Bindi.
En paralelo, un juez federal en lo civil y comercial ordenó el lunes el “cese de la difusión” de los audios atribuidos a Karina Milei que hayan sido grabados en la Casa de Gobierno. La medida fue fuertemente criticada por constitucionalistas, que la consideraron un acto de censura, y la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (Adepa).
Desde entonces, Bullrich aseguró, aunque sin precisiones, que la operación contra el Gobierno incluyó la intromisión de exservicios rusos y venezolanos. En tanto, continuó con sus acusaciones contra el kirchnerismo. En su reciente video, la ministra ejemplificó con el caso de Santiago Maldonado, al que llamó “una de las mentiras más brutales que se recuerden en democracia”.
“Inventaron, audios, testigos y una historia entera para destruir al Gobierno. Muchos repitieron esa mentira sin chequear nada. Fue una de las operaciones más siniestras que vivimos. Y hoy, los mismos de aquella vez, repiten el mismo libreto”, señaló.
Bullrich sostuvo que dos poderes del Estado “habrían sido violados al mismo tiempo”, lo que representa una “gravedad inédita”. “Su método está claro: obtención clandestina de audios, reserva durante meses y difusión escalonada en episodios, exactamente como una extorsión política. El objetivo es siempre el mismo: provocar escándalo social, dañar al Gobierno y erosionar la legitimidad de las instituciones democráticas”, agregó.
Para concluir, resaltó que el Gobierno “no se va a dejar arrodillar frente a las mafias y lo peor de la política”. “Si se confirma un delito, los responsables van a responder ante la Justicia. Y que quede claro: ningún gobierno serio y responsable puede elegir la inacción frente a la posibilidad de que se haya grabado a un funcionario de primera línea en Casa de Gobierno y el Congreso. No importa de quién venga, importa el funcionamiento sin miedo de las instituciones republicanas protegiendo la seguridad nacional”, cerró.
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