La competencia en inteligencia artificial (IA) entre Estados Unidos y China se intensifica, con ambos países adoptando enfoques distintos. Mientras que Estados Unidos busca alcanzar la Inteligencia Artificial General (AGI), China se enfoca en aplicaciones prácticas y eficientes.
EEUU a por la AGI
Las empresas tecnológicas en Estados Unidos están invirtiendo miles de millones de dólares en la búsqueda de la AGI, considerada el “santo grial” de la inteligencia artificial.
China, más pragmática
Por su parte, China ha optado por una estrategia más pragmática. El gobierno, liderado por Xi Jinping, prioriza el desarrollo de aplicaciones de IA que sean prácticas y de bajo costo, en lugar de perseguir objetivos a largo plazo.
Promesas, promesas
La diferencia en las visiones de ambos países resalta sus mentalidades. Mientras que en Estados Unidos se cree que la AGI está cerca, algunos expertos advierten que la IA generativa no es el camino adecuado.
El Proyecto Manhattan de la IA
El desarrollo de la AGI en Estados Unidos ha sido comparado con el Proyecto Manhattan, aunque los expertos señalan que este último se basó en décadas de investigación previa.
La IA china quiere ser útil hoy
En contraste, el enfoque de China se centra en aplicaciones prácticas inmediatas, como la calificación de exámenes y la optimización agrícola.
Respaldo gubernamental chino
China cuenta con un fuerte respaldo gubernamental en su estrategia de IA, incluyendo un fondo de inversión de 8.400 millones de dólares para apoyar nuevas startups.
Y modelos abiertos
Otra diferencia clave es la visión abierta de los modelos de IA en China, que permite su descarga y modificación, lo que reduce costos para las empresas.
La guerra comercial lo condiciona todo
Las restricciones comerciales impuestas por Estados Unidos afectan el desarrollo de IA en China, lo que lleva al país a seguir los pasos de Estados Unidos sin asumir los mismos costos.
Aversión al riesgo
Los expertos sugieren que Xi Jinping podría considerar perseguir la AGI en el futuro, pero solo cuando tenga garantías de éxito, ya que el gobierno chino es conocido por su aversión al riesgo.
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