En su primera reunión tras el verano, la Mesa del Congreso, con mayoría de PSOE y Sumar, ha aprobado una instrucción para desarrollar la modificación del Reglamento de la Cámara. Esta modificación establece normas básicas de comportamiento para evitar insultos, amenazas e interrupciones por parte de agitadores ultras acreditados como periodistas. El texto concreta la reforma que ya aprobó el Congreso a finales de julio y establece un Consejo Consultivo de Comunicación Parlamentaria que incluirá representantes de todos los grupos políticos para elaborar informes sobre posibles incumplimientos de la norma. La decisión final, sin embargo, recaerá en la Mesa del Congreso.
Esta reforma responde a años de reclamaciones de asociaciones de periodistas y profesionales de medios de comunicación de diversas ideologías. La nueva normativa sancionará a quienes, acreditados como periodistas, insulten, amenacen o interrumpan las ruedas de prensa. Las infracciones se clasificarán en leves, graves o muy graves, y las sanciones podrán incluir desde una suspensión de la credencial de 10 días hábiles a tres años o incluso la revocación definitiva de la misma. La instrucción aprobada detalla que ante una denuncia se abrirá un procedimiento sancionador y el Consejo Consultivo deberá elaborar un informe. Este órgano estará compuesto por la presidencia de la Cámara, la vicepresidencia segunda, un miembro de cada grupo parlamentario, dos representantes de la Asociación de Periodistas Parlamentarios, el letrado mayor y el Director de Comunicación del Congreso.
Solo los representantes de los grupos parlamentarios podrán participar en la votación para elevar el informe a la Mesa de la Cámara baja, que resolverá el procedimiento. Cualquier decisión tomada abrirá un plazo de 15 días para presentar un recurso.
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