Bélgica se unirá a la iniciativa de Francia y Arabia Saudí para reconocer a Palestina durante la Asamblea General de la ONU en Nueva York, con el objetivo de “preservar las posibilidades de una solución de dos Estados”. Sin embargo, esta formalización se llevará a cabo solo “cuando Hamás haya liberado al ‘último rehén’ y haya renunciado a cualquier actividad de gobierno en el futuro Estado palestino”, según informó el viceprimer ministro y ministro de Exteriores, Maxime Prévot.
La decisión se tomó tras una amenaza de crisis en la coalición del Gobierno del nacionalista flamenco Bart De Wever, debido a la percepción de tibieza hacia el Ejecutivo de Benjamín Netanyahu. Incluye la imposición de 12 sanciones nacionales, que abarcan la declaración como persona non grata de dos ministros israelíes y la prohibición de importar productos de asentamientos ilegales.
Prévot justificó la medida señalando el “drama humanitario” en Palestina, especialmente en Gaza, y la violencia israelí en violación del derecho internacional. “Bélgica debía tomar decisiones fuertes para aumentar la presión sobre el Gobierno israelí y los terroristas de Hamás”, afirmó en un comunicado.
El reconocimiento de Palestina se llevará a cabo en la sesión de la ONU, y se implementarán sanciones firmes contra el Gobierno israelí. Asimismo, se denunciarán actos de antisemitismo o glorificación del terrorismo por parte de los partidarios de Hamás. Esta decisión se produce tras una reunión de ministros de Exteriores de la UE en Dinamarca, donde se evidenció la falta de consenso entre los Veintisiete para adoptar medidas firmes contra Israel.
Prévot había advertido sobre una “grave crisis” si De Wever no adoptaba una postura más firme respecto a Israel y no reconocía a Palestina en la Asamblea General de la ONU, junto a otros países como Francia y Reino Unido.
El movimiento cuenta con el apoyo de los socios minoritarios de la coalición, mientras que los socios mayoritarios, N-VA y el Movimiento Reformista, se muestran reticentes al reconocimiento de Palestina. De Wever se ha mostrado abierto a reconocer a Palestina, pero condicionado a la desmilitarización de Hamás y garantías de seguridad para Israel.
La decisión implica que Bélgica reconocerá a Palestina como un “gesto político y diplomático fuerte” para subrayar la condena a la expansión israelí y sus políticas de colonización. Sin embargo, la formalización de este reconocimiento se realizará solo tras la liberación de los rehenes y la renuncia de Hamás a gestionar Palestina, según Prévot.
Además, Bélgica impondrá 12 sanciones al Gobierno israelí, que incluyen restricciones en la importación de productos de asentamientos y la revisión de la política de compras públicas con empresas israelíes. También se restringirá la ayuda consular a belgas en asentamientos ilegales y se prohibirá el tránsito de armas con destino a Israel.
Bélgica se compromete a emitir un “voto favorable a escala europea” para suspender colaboraciones con Israel que requieran mayoría cualificada, incluyendo la suspensión de acuerdos comerciales con la UE y programas de cooperación técnica.
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