Las propuestas de sanciones alternativas para presionar al Gobierno de Benjamín Netanyahu, con el fin de que frene su ofensiva en Gaza, continúan acumulándose en la mesa de Kaja Kallas, alta representante para Política Exterior de la UE. Cada vez más Estados miembros respaldan la posibilidad de suspender al menos el capítulo comercial del acuerdo de asociación con Israel, sancionar a los ministros israelíes que obstaculicen la solución de dos Estados, o bloquear la entrada a Europa de productos de asentamientos ilegales.
Sin embargo, a pesar de la creciente presión, aún no se cuentan con los votos necesarios para que alguna de estas medidas, ni siquiera las más modestas, se conviertan en una posición común de la UE. Kallas ha expresado su frustración ante el estancamiento, más de un mes después de presentar las opciones de sanciones, tras haber constatado que Israel está violando sus obligaciones de derechos humanos bajo el acuerdo bilateral con la UE.
No se trata de una falta de propuestas, ya que España, Irlanda, Dinamarca, Suecia y Países Bajos han apoyado explícitamente la suspensión del comercio dentro del acuerdo de asociación y la imposición de sanciones a ministros israelíes en una reciente reunión informal de ministros de Exteriores de la UE en Copenhague. Sin embargo, Kallas ha señalado que no todos los Estados miembros están de acuerdo en cómo proceder.
La reunión en Copenhague, que marcó el inicio del curso político tras el receso estival, no permitió tomar decisiones, pero había una fuerte presión para que la UE demostrara su capacidad de actuar y aprobar alguna sanción contra el Gobierno de Netanyahu, dada la grave situación humanitaria en Gaza, donde se ha multiplicado el número de muertos civiles.
El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha advertido que la UE está actuando “demasiado poco, demasiado tarde” y ha instado a limitar el diálogo político con Israel a cuestiones humanitarias y la solución de dos Estados, hasta que Netanyahu cambie sus políticas en la Franja. También ha propuesto un embargo de armas a Israel y la prohibición de importaciones de productos de asentamientos ilegales.
No obstante, la falta de consenso persiste, ya que la mayoría de las medidas requieren una mayoría cualificada. Alemania, con su peso en la UE, se ha mostrado reticente a dar pasos, incluso a aprobar la propuesta de excluir a Israel de una parte del programa científico europeo Horizon Europe, lo que ha sido considerado por su responsable de Exteriores como “no útil”.
El ministro de Exteriores danés, Lars Lokke Rasmussen, ha instado a cambiar la narrativa que Israel utiliza para acusar a la UE de actuar en favor de Hamás, subrayando que la acción frente a las políticas israelíes no refuerza al grupo extremista.
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