La adaptación de las novelas de Jenny Han, ‘The Summer I Turned Pretty’ (‘El verano en que me enamoré’), ha generado gran expectación, alcanzando más de 25 millones de visualizaciones en su tercera temporada en la primera semana de estreno. Sin embargo, a pesar de su éxito, muchos espectadores sienten que las películas que adaptan literatura romántica a menudo omiten elementos cruciales, especialmente las escenas sexuales.
La falta de intimidad en la gran pantalla
Desde el año 2000, el contenido sexual en las películas de Hollywood ha disminuido un 40%, y muchas producciones exitosas prescinden por completo de escenas íntimas. Mientras que la violencia y el consumo de drogas se mantienen en niveles similares, la industria cinematográfica se ha vuelto más reticente a explorar secuencias sexuales, resultando en un aumento de los fundidos a negro durante estas escenas.
Este cambio en la representación del erotismo puede atribuirse a varios factores, como la resistencia de algunos actores a participar en estas escenas, la percepción de que los adolescentes prefieren historias sobre amistad y el costo asociado a la filmación de estas secuencias. Esto ha llevado a que muchas adaptaciones de novelas románticas no logren captar la esencia de las obras originales, que a menudo incluyen la sexualidad como un elemento fundamental de la narrativa.
Por otro lado, las series han demostrado ser un espacio más propicio para mantener la representación de la intimidad. Ejemplos como ‘Normal People’ y ‘Outlander’ muestran que es posible adaptar el contenido sexual de manera que respete la esencia de las historias originales, lo que permite a los espectadores conectar emocionalmente con los personajes y sus relaciones.
En resumen, mientras que el cine parece alejarse de la representación del erotismo, las series ofrecen una alternativa que mantiene viva la conexión entre la literatura romántica y su adaptación a la pantalla. La necesidad de explorar la sexualidad y la intimidad en estas narrativas sigue siendo relevante, y los espectadores buscan representaciones que reflejen sus experiencias y deseos.
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