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Vuelve el debate sobre la fiebre aftosa en la producción ganadera

La fiebre aftosa vuelve a ser un tema central en el debate ganadero. En los últimos días, la Sociedad Rural Argentina (SRA) emitió un comunicado en el que pide elaborar una “hoja de ruta” para que el país avance hacia la condición de libre de aftosa sin vacunación.

La SRA ha cambiado el enfoque de la discusión, que anteriormente se centraba en el costo de las vacunas y la autorización del Gobierno para su importación, un proceso que aún no se ha concretado. También se ha abordado la flexibilización de la barrera sanitaria de la Patagonia, lo que ha generado descontento entre los productores del sur del país.

El enfoque actual se centra en la sanidad y la política comercial. La SRA recordó que Argentina es un “país libre de fiebre aftosa con vacunación”, lo que conlleva restricciones comerciales y limita el acceso a mercados de alto valor. Por ello, la posibilidad de dejar de vacunar debe ser considerada como parte de una estrategia nacional bien planificada, basada en evidencia técnica y epidemiológica, y con un enfoque gradual y regionalizado.

La declaración de la SRA provocó reacciones de entidades como Carbap, que afirmó que “la fiebre aftosa no se erradica con políticas espasmódicas, sino con ciencia”. Además, advirtieron que el estatus sanitario del país no debe ponerse en riesgo por decisiones apresuradas.

Los ruralistas de Buenos Aires y La Pampa indicaron que han propuesto cambios en el esquema de vacunación al Senasa y que aún no han recibido respuesta. La declaración de Carbap es similar a la de la SRA, ya que no se propone un abandono inmediato de la vacunación. El desafío radica en si se actuará de manera consensuada y con un programa específico o si se tomarán decisiones apresuradas.

La experiencia de finales de los años noventa es un recordatorio de los peligros de actuar sin un plan adecuado, ya que la decisión de eliminar la vacunación llevó a la aparición de focos de la enfermedad en Corrientes, lo que obligó al país a retroceder en su estatus sanitario.

Expertos como Bernardo Cané sostienen que las decisiones deben basarse en datos y en la situación epidemiológica actual del ganado argentino.

En el contexto internacional

El panorama internacional es complicado. Por un lado, han resurgido focos de fiebre aftosa en lugares que estaban libres de la enfermedad, como Europa. Al mismo tiempo, Brasil, un gran productor de carne, ha decidido dejar de vacunar, mientras que Paraguay tiene intenciones similares, aunque los productores locales están en desacuerdo por temor a perder el estatus sanitario logrado en los últimos años. Uruguay, en cambio, continúa vacunando y ha logrado acceder a mercados no aftósicos como Japón.

Lo positivo del debate sobre la fiebre aftosa es que la ganadería enfrenta un escenario económico favorable, tras la decisión del Gobierno de eliminar barreras a las exportaciones y reducir la presión tributaria. La cadena ganadera se encuentra en un círculo virtuoso y la sanidad animal puede integrarse a este proceso. Es un momento propicio para pensar en un futuro positivo.

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