La tormenta de Santa Rosa, según la creencia popular, puede ocurrir hasta quince días alrededor del 23 de agosto, fecha de la santa. Este año, el fenómeno se presenta con una puntualidad inusual.
El pronóstico estima que la tormenta llegará este sábado 30 de agosto, coincidiendo con la celebración de algunos lugares en honor a esta figura religiosa, debido a un cambio en el calendario tras su canonización por parte del Papa Clemente X.
Asimismo, se prevé la formación de un sistema de baja presión, conocido como ciclogénesis, que podría traer consigo fuertes vientos y lluvias, incluidas tormentas intensas, inestabilidad climática, actividad eléctrica y ráfagas potentes.
Los efectos del temporal comenzarán a sentirse en la ciudad de Buenos Aires y en los distritos del conurbano bonaerense desde la mañana del sábado, cuando comenzarán las lluvias y tormentas, alcanzando su punto máximo entre la noche de ese día y la madrugada del domingo.
Durante la mañana del sábado 30, se espera que las precipitaciones afecten a Mendoza, San Luis, Córdoba, La Rioja, Catamarca, Tucumán, Santiago del Estero, Santa Fe y Entre Ríos. En la provincia de Buenos Aires y en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, las lluvias llegarían durante la tarde-noche.
A pesar de la inestabilidad climática, las temperaturas no descenderán drásticamente, manteniéndose entre los 15 y 19 grados.
La formación de una leyenda
El nombre de esta tormenta está relacionado con Santa Rosa de Lima, la primera persona canonizada por la Iglesia Católica en América. Esta devota vivió en Lima en el siglo XVII y es considerada la patrona de Perú y América, con fieles en diversos lugares, incluido Argentina.
Se atribuye el temporal a un milagro que se le adjudica: la defensa de Lima en 1615, cuando buques corsarios neerlandeses intentaron atacar la ciudad.
Según la leyenda, Santa Rosa salvó su hogar mediante la oración, reuniendo a varias mujeres de la sociedad limeña en el convento de Nuestra Señora del Rosario. Sus plegarias provocaron una fuerte tormenta que impidió el desembarco de los corsarios en el entonces Virreinato del Perú.
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