En un nuevo capítulo del evento de Energía organizado por LA NACION, Daniel Dreizzen, director de Aleph Energy, fue convocado para compartir su visión del sector. A través de su presentación, brindó una mirada de corto plazo sobre cuáles son las claves para entender el sector energético en el país en este 2025 y en los años entrantes.
“Es una industria muy pujante que está batiendo récords de producción y una de las que más puede aportar en materia de desarrollo”, remarcó el ejecutivo. Sin embargo, este 2025, si bien tuvo un arranque promisorio, a medida que transcurrió se detectaron varios altos en el camino. En el primer semestre del año, la cantidad de fracturas aumentó notablemente, mientras que en el corriente, se nota una merma en las fracturas realizadas, dijo. Son tres los factores que inciden en esta tendencia: la incertidumbre económica de corto plazo, el año electoral que atraviesa el país y el precio internacional del barril.
Para Dreizzen, el crecimiento del sector nunca sucede en línea recta: en hidrocarburos hay un plan agresivo de exportación de largo plazo, donde el petróleo ya consiguió financiamiento y en gas se está buscando. “La buena noticia es que hay un plan muy grande y muy agresivo para que la Argentina pueda exportar petróleo y gas en el largo plazo”, sostuvo con optimismo.
A su vez, para entender cuáles son las principales condiciones para transitar el camino al desarrollo energético del país, Dreizzen detalló lo que sucede con los hidrocarburos. En primer lugar, condicionan los precios del gas y del petróleo; la disponibilidad de maquinaria y equipos; seguido a eso, la cadena de valor de los recursos humanos.
En este punto, Dreizzen explicó que la cadena de valor en esta industria tiene un entramado grande donde participan muchos actores. “Tiene un entramado de pymes, una complejidad de tecnología, arenas, metal mecánica, de todo tipo”, indicó, y mencionó también la infraestructura de evacuación y los mercados; y la infraestructura vial y habitacional. Como dato no menor, destacó las condiciones de operaciones financieras “normales y estables” para la industria, así como también la competitividad de los yacimientos convencionales y no convencionales.
Por último, en el sector eléctrico, en tanto, “los desafíos son más grandes que en los hidrocarburos, con cuellos de botella en la generación, transporte y transmisión”, destacó.
“En energía eléctrica no estamos pensando en exportar todavía, tenemos cuellos de botella en la producción, el transporte y la distribución, con lo cual el desafío es mucho más grande y el Gobierno tiene que definir cómo va a ser el mercado y cómo generar un mercado eléctrico en el cual haya un incentivo para que alguien invierta en una planta a gas de Vaca Muerta o parque solar o eólico”, concluyó.
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