Donald Trump está cumpliendo con lo que anticipó durante su campaña electoral y tras regresar a la Casa Blanca. La Ley CHIPS, aprobada en julio de 2022 por el Gobierno de Joe Biden, nunca ha sido del agrado de Trump, quien ha expresado su descontento en diversas ocasiones.
En declaraciones recientes, Trump afirmó: “En un futuro muy cercano vamos a imponer aranceles a la producción extranjera de chips informáticos, semiconductores y productos farmacéuticos para devolver la fabricación de estos bienes esenciales a EEUU […] Se fueron a Taiwán; ahora queremos que regresen. No queremos darles miles de millones de dólares en el ridículo programa de Biden. Ellos ya tienen miles de millones de dólares”.
En octubre de 2024, Trump criticó este programa en el podcast de Joe Rogan, señalando que el dinero destinado a atraer empresas de chips no resultaría en la llegada de las mejores compañías.
El Departamento de Comercio ha incautado 7.400 millones destinados a los chips
Durante la campaña electoral, se discutió la posibilidad de que Trump desmantelara el programa CHIPS si llegaba al Gobierno. Aunque el dinero ya entregado no se devolverá, una parte de los fondos permanece bajo control del Departamento de Comercio, liderado por Howard Lutnick, y el proceso de desmantelamiento ha comenzado.
El Gobierno de EEUU planea reasignar al menos 2.000 millones de dólares de la Ley CHIPS a proyectos relacionados con minerales críticos. Actualmente, China controla gran parte de la extracción y procesamiento de estos recursos, que son esenciales para diversas industrias.
Además, el Departamento de Comercio ha incautado 7.400 millones de dólares que estaban en manos del Centro Nacional para el Avance de la Tecnología de Semiconductores (NATCAST), una organización privada sin ánimo de lucro. Este dinero estaba destinado a la investigación y desarrollo de nuevas tecnologías para semiconductores.
La incautación se justifica por el Departamento de Comercio como un intento de la Administración Biden de eludir restricciones legales sobre la creación de corporaciones por parte de agencias gubernamentales. Lutnick ha calificado a NATCAST como “un fondo para sobornos” que benefició a leales a Biden. Aunque esto podría parecer un asunto exclusivo de EEUU, su impacto se sentirá en la industria global de semiconductores.
La investigación estadounidense ha sido clave para la industria de circuitos integrados, por lo que la reducción de fondos para la Ley CHIPS probablemente tendrá un efecto notable. NATCAST está involucrada en proyectos importantes, como el Acelerador de Luz de Ultravioleta Extremo en Albany y un centro de investigación en Tempe, Arizona. El futuro de estos proyectos es incierto, ya que el Departamento de Comercio no ha aclarado el destino de los 7.400 millones incautados.
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