Recientemente, Hollywood había avivado rumores sobre un posible romance entre Pamela Anderson y Liam Neeson. Las especulaciones comenzaron tras varias apariciones juntos, donde se mostraron cariñosos y coquetos en eventos públicos. Sin embargo, el periodista británico Rob Shuter reveló que estos rumores eran parte de una estrategia de marketing.
Según un informe de Shuter publicado en la plataforma Substack, las imágenes que hicieron soñar a los fanáticos eran en realidad parte de una campaña promocional para la película La pistola desnuda. “No se dejen engañar por las miradas ni los besos para las cámaras: Pamela Anderson y Liam Neeson nunca fueron pareja”, afirmó el periodista, añadiendo que fue una propaganda cuidadosamente planificada para aumentar la venta de entradas.
La química entre ambos actores fue evidente, pero Shuter indicó que se trató de un acto profesional. Al alimentar el rumor de un romance, lograron mayor atención mediática para la película. El plan incluyó declaraciones llamativas, como cuando Neeson afirmó en el programa Today que estaba “locamente enamorado”, mientras Anderson reía a su lado.
Estas apariciones generaron titulares y entusiasmo entre los fans, quienes esperaban verlos juntos fuera de la pantalla. Sin embargo, ninguno de los dos confirmó que sus declaraciones se referían a una relación amorosa, dejando que el público sacase sus propias conclusiones.
Con el estreno de la película y la promoción finalizadas, surgieron rumores de una supuesta ruptura entre los actores. Sin embargo, según Shuter, nunca existió una relación real. “La gente quiere creer en el romance y Hollywood lo sabe: las historias de amor venden entradas. Pero en este caso, Pamela y Liam solo estaban haciendo su trabajo”, concluyó sobre la estrategia de marketing detrás de su vínculo ficticio.
El análisis de Shuter se volvió viral en redes sociales, sorprendiendo a muchos fans que creían en el romance. Comentarios en plataformas como X reflejaron la decepción de los seguidores, quienes expresaron su incredulidad ante la revelación de que todo había sido una táctica publicitaria.
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