Gigny-Bussy es una pequeña comuna del departamento de Marne, Francia. Generalmente, los visitantes acuden a este lugar por su paisaje y arquitectura de madera. Sin embargo, en las últimas semanas, su principal atractivo ha sido una gigantesca montaña formada por más de 500 toneladas de patatas apiladas en un campo.
El agricultor local no logró vender su cosecha, por lo que decidió regalar las patatas entre sus vecinos.
Un fenómeno inesperado
Gigny-Bussy, que cuenta con menos de 300 habitantes, ha acaparado titulares por un motivo curioso: una montaña de patatas disponible para quienes quieran acercarse con bolsas, sacos, coches o camionetas. El diario francés L’Union, uno de los primeros en informar sobre la situación, estima que hay más de 500 toneladas de tubérculos cerca de la carretera D396, que atraviesa hectáreas de cultivos.
La iniciativa del agricultor
El agricultor, originario de Aube y con tierras en Marne, se enfrentó al dilema de qué hacer con las toneladas de patatas que no logró vender. Mantenerlas en el almacén le generaba costos, y permitir que se pudrieran no era una opción. Así, decidió apilarlas cerca de un camino para que quienes lo necesiten puedan recogerlas. Si sobrara algo, se esparciría por los campos como abono.
La respuesta de la comunidad
La noticia se difundió a finales de julio, y el acceso gratuito a las patatas atrajo a diversas personas. Algunos acudieron para llenar un par de bolsas, mientras que otros, según L’Union, vieron una oportunidad de negocio. Una vecina del área mencionó que quienes llegaron antes revendían las patatas a 15 euros por 20 kg.
Christophe, un hombre de 68 años que se detuvo en la zona con su familia, comentó que la cantidad de gente le llamó la atención y decidió aprovechar la oportunidad. “Las patatas no son baratas. Así que cuando puedes conseguirlas gratis no debes privarte”, afirmó.
Casos similares
No es un caso aislado. Christine, otra vecina, mencionó que días antes ya había recogido patatas en Sapignicourt bajo circunstancias similares. “Es fantástico porque ayuda a evitar el desperdicio y permite que todos se beneficien”, celebró. Recientemente, France Info relató la historia de un agricultor en La Gorgue que ofreció cerca de 50 toneladas de patatas rechazadas por un industrial, permitiendo que quienes quisieran las recogieran a cambio de una entrada simbólica.
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