El Gobierno espera que el caso de Diego Spagnuolo no impacte en las elecciones de octubre y se enfoca en seis distritos clave. A pesar del escándalo por presuntas coimas, los oficialistas confían en que el efecto negativo de las denuncias no repercuta en los resultados de la elección que renovará la mitad de la Cámara de Diputados y un tercio del Senado el 26 de octubre.
Referentes del oficialismo consideran que la ciudadanía es consciente de que estos casos suelen surgir antes de las elecciones. En este sentido, se muestran optimistas respecto a obtener al menos tres triunfos en los distritos más poblados, incluyendo la ciudad de Buenos Aires, Mendoza y Entre Ríos, donde las encuestas previas al escándalo indicaban ventajas para los libertarios.
Sin embargo, en la provincia de Buenos Aires y Santa Fe, la situación es más incierta. En Buenos Aires, se confía en la lista encabezada por José Luis Espert, mientras que en Santa Fe, los libertarios enfrentan un desafío mayor contra el oficialismo radical y un peronismo fragmentado. En Córdoba, el panorama es complicado, ya que la dispersión opositora puede favorecer al peronismo, liderado por el exgobernador Juan Schiaretti.
En la ciudad de Buenos Aires, los libertarios proyectan un apoyo entre el 44 y el 46 por ciento, confiando en que la polarización electoral les permitirá alcanzar hasta siete diputados. La estrategia también incluye alianzas en Entre Ríos, donde se espera una ventaja significativa sobre el Partido Justicialista.
En conclusión, aunque el caso Spagnuolo ha generado preocupación, el Gobierno mantiene una postura optimista sobre sus posibilidades electorales en octubre, confiando en que el contexto político y las alianzas estratégicas jugarán a su favor.
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