“Es un día horrible”, afirmó Dick Schoof, primer ministro en funciones de Países Bajos, tras la dimisión de Caspar Veldkamp, ministro de Asuntos Exteriores, quien renunció al bloquear el Gobierno la adopción de sanciones contra Israel. La renuncia de Veldkamp, respaldada por otros cuatro ministros y cuatro secretarios de Estado de su partido, Nuevo Contrato Social (NSC), agrava la inestabilidad de la actual coalición de derechas, marcando la mayor crisis de un Gobierno en Europa, a solo dos meses de las elecciones.
El Ejecutivo de Países Bajos, formado en julio de 2024 por cuatro grupos, se redujo a tres tras la salida de Geert Wilders, líder del Partido por la Libertad (PVV), en junio. Con solo tres grupos en el Gobierno, se convocaron elecciones para el 29 de octubre, lo que deja al Ejecutivo en funciones. Después de la dimisión de Veldkamp, solo quedan dos socios en la coalición, que suman 32 escaños en un Parlamento de 150.
La dimisión de Veldkamp ocurrió durante un Consejo de Ministros que discutía la posibilidad de sanciones contra Israel por el ataque a Gaza y la construcción de viviendas ilegales en Cisjordania. Veldkamp, un diplomático experimentado, propuso un boicot a productos de asentamientos ilegales, pero los otros miembros de la coalición expresaron dudas. El VVD consideró que las medidas debían acordarse a nivel europeo, mientras que el BBB se opuso completamente, lo que llevó a Veldkamp a abandonar la reunión y posteriormente a dimitir.
Schoof pidió reflexionar sobre la situación política actual y buscar soluciones en interés del país. Sin embargo, existen desacuerdos entre las partes. Veldkamp quería actuar más rápidamente contra Israel, pero el enfoque de compromiso característico de la política neerlandesa dificultó un acuerdo.
Tras su dimisión, VVD y BBB expresaron sorpresa y molestia, indicando que se estaba alcanzando un consenso para un boicot si se bloqueaba la vía de la Unión Europea. En el NSC, se argumenta que la situación en Gaza complicaba la presentación de las medidas prometidas.
El Gobierno, ahora con solo dos partidos, deberá buscar reemplazos para los nueve cargos vacantes. El NSC ha visto disminuir su apoyo en las encuestas y corre el riesgo de perder escaños. Schoof expresó su respeto por la decisión de Veldkamp, pero la calificó de “irresponsable”, lo que complica aún más la estabilidad del Ejecutivo.
Los sondeos indican que solo un 15% de los votantes está satisfecho con el Gobierno neerlandés, la cifra más baja en diez años. A pesar de la crisis, el PVV se posiciona como el partido más votado si se celebraran elecciones en este momento.
Fuente original: ver aquí
