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La Tormenta de Santa Rosa: fenómeno climático y creencia popular

La llegada de un temporal conocido como la Tormenta de Santa Rosa hacia finales de agosto renueva el interés en un fenómeno que une meteorología y creencia popular. Su recurrencia en el calendario se vincula a una leyenda religiosa y plantea interrogantes sobre su verdadera naturaleza y la explicación científica detrás del mito.

¿Qué es la Tormenta de Santa Rosa?

Este fenómeno no es un evento meteorológico definido con precisión científica, sino una denominación tradicional para las lluvias y tormentas que ocurren en los días previos o posteriores a la festividad de Santa Rosa de Lima. La creencia popular sostiene que este temporal afecta a buena parte de Argentina.

Cualquier lluvia que ocurre entre los últimos días de agosto y los primeros de septiembre recibe popularmente este nombre. La tradición se cumple en algunos años, mientras que en otros, el fenómeno pasa desapercibido. Según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), el evento puede ocurrir hasta quince días alrededor del 23 de agosto, fecha de la santa.

¿Cuál es el origen de su nombre?

El nombre proviene de una leyenda vinculada a Isabel Flores de Oliva, conocida como Santa Rosa de Lima. La historia cuenta que la mujer, patrona de la capital de Perú y de América, impidió el desembarco de una misión pirata en su ciudad natal.

Según el relato, Santa Rosa de Lima desencadenó una fuerte tormenta a fuerza de plegarias. Este hecho milagroso asoció su figura a los temporales de finales de agosto.

La celebración de Santa Rosa de Lima es cada 23 de agosto, aunque en algunos lugares todavía se festeja el día 30, debido a un cambio en el calendario litúrgico. Santa Rosa murió el 24 de agosto de 1617, una fecha que coincide con las fiestas de San Bartolomé.

¿Qué dice la ciencia sobre este fenómeno?

El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) proporciona una explicación científica. El organismo afirma que, desde mediados y finales de agosto, la atmósfera experimenta cambios en su circulación. La proximidad de la primavera favorece la presencia de aire cálido, más humedad y condiciones propicias para el desarrollo de tormentas.

Un estudio realizado por el SMN en 2024 analizó los datos de precipitaciones entre 1906 y 2023. El informe halló que, en los 118 años de registro, en 67 oportunidades se produjeron tormentas en esas fechas, lo que representa un 57% de los casos, aunque no siempre estuvieron asociadas a precipitaciones intensas o abundantes.

El SMN aclara una creencia común: “Aunque popularmente se espera que la tormenta de Santa Rosa sea más fuerte que cualquier otra, no hay evidencia de que esto sea siempre así“.

Este contenido fue producido por un equipo de LA NACION con la asistencia de la IA.

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