Desde finales de junio, 695 personas han muerto y más de un centenar están desaparecidas en Pakistán debido a inundaciones repentinas provocadas por lluvias torrenciales monzónicas que han derrumbado casas y edificios.
En la provincia de Jaiber Pajtunjuá, se reportaron un total de 358 muertos, más de 200 de ellos en el distrito de Buner, el más afectado. Según la Autoridad Provincial de Gestión de Desastres, entre los fallecidos figuran 30 niños en el último aguacero, donde cayeron 100 milímetros de agua en una hora.
En Buner, más de 150 mm de lluvia cayeron en una hora la mañana del viernes. Un aguacero similar azotó la zona cerca de Gadoon, en las montañas del distrito de Swabi, el lunes.
La provincia de Punjab reportó 582 heridos. La Autoridad Nacional de Gestión de Desastres de Pakistán informó que las fuertes lluvias e inundaciones dañaron 2934 viviendas en todo el país, de las cuales 1009 fueron completamente destruidas.
El martes, la Autoridad Nacional de Gestión de Desastres informó que envió más material de socorro, como tiendas de campaña, mantas, generadores eléctricos, bombas, medicinas y raciones de comida a las zonas afectadas por las inundaciones.
Pakistán, junto con su vecina India, es una de las zonas más vulnerables al cambio climático y a las lluvias monzónicas. Las autoridades han alertado sobre nuevas series de precipitaciones al menos hasta el 10 de septiembre.
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