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Malestar entre gobernadores tras impulso de Schiaretti a Provincias Unidas

El cierre de alianzas para las elecciones nacionales ha generado un revés para los cinco gobernadores que fundaron Provincias Unidas. Su plan original de inscribir el frente solo en los distritos que conducen se ha visto limitado por el exmandatario cordobés Juan Schiaretti, quien ha decidido impulsar armados bajo el sello partidario en otras jurisdicciones sin su aval. Los gobernadores ahora deben decidir entre mantener un apoyo tácito o desentenderse en provincias donde la presentación de listas podría resultar en derrotas no previstas y tensiones con potenciales aliados.

El 30 de julio, el gobernador de Chubut Ignacio Torres anunció, junto a sus pares de Jujuy (Carlos Sadir), Santa Fe (Maximiliano Pullaro), Córdoba (Martín Llaryora) y Santa Cruz (Claudio Vidal), el lanzamiento de un frente electoral común para enfrentar a La Libertad Avanza y el kirchnerismo. “Tomamos la decisión de competir en esta elección y conformar un frente común”, explicó el mandatario en la Casa de Chubut, en la ciudad de Buenos Aires.

Más temprano, los cinco gobernadores habían acordado que solo presentarían candidatos en las provincias que comandan. Sin embargo, una semana después, se registraron listas con su sello -Provincias Unidas- en al menos otros siete distritos.

En el entorno de los mandatarios aseguran que no se trató de un cambio premeditado y afirman que Schiaretti fue el responsable. Creen que el gobernador cordobés habría utilizado la insignia de los gobernadores sin su aval para apuntalar un armado nacional que le permita volver a impulsar su carrera presidencial para 2027.

Schiaretti ya había intentado desembarcar en Casa Rosada en 2023, cuando se presentó junto a Florencio Randazzo con un partido al que llamaron Hacemos por nuestro país. El espacio, que obtuvo el 6,79% de los votos, ahora integra coaliciones que, para los comicios del 26 de octubre, se inscribieron con el nombre del armado de los mandatarios provinciales.

“El partido nacional de base es Hacemos, que preside Randazzo”, argumentaron a LA NACION en el entorno del exministro de Transporte, quien aspira a renovar su banca en la Cámara baja y juega un rol clave en las negociaciones del armado en la provincia de Buenos Aires. En el frente de los gobernadores desmienten esta versión.

Hay alianzas de Hacemos que las transformaron en Provincias Unidas sin apoyo [de los gobernadores]”, indicó un dirigente involucrado en la construcción federal. Es el caso de San Juan, donde se registró una alianza del partido de Schiaretti, la Coalición Cívica, el Partido Socialista y Para Adelante bajo el sello interprovincial.

Emilio Baistrocchi, exintendente de la ciudad capital y aliado del exmandatario cordobés, encabezará esa lista que enfrentará, entre otros, al Frente por San Juan, impulsado por el oficialista Marcelo Orrego, a quienes los cinco gobernadores aspiran a incorporar a su esquema. Esta contradicción ha generado malestar entre algunos fundadores del sello federal que temen que la inscripción para la contienda electoral pueda tensionar la relación con uno de sus potenciales aliados. A horas del cierre de listas, los gobernadores presionaban para que se bajara la coalición.

Algo similar ocurre en Mendoza, donde Hacemos utilizará el sello federal para enfrentarse a la lista del oficialista Alfredo Cornejo, que ha cerrado un acuerdo con La Libertad Avanza.

En la provincia de Buenos Aires también se inscribió el sello Provincias Unidas para los comicios de octubre. La coalición, a la que se unieron Hacemos, el radicalismo, el Partido Socialista y otros tres espacios, no contó con la aprobación inicial de los gobernadores. “No nos vamos a comprar un resultado adverso”, sentenció una fuente cercana a Torres, uno de los mandatarios más críticos. En el frente, temen que la alta polarización en el distrito afecte el desempeño de la coalición en unos comicios donde se “plebiscitarán” las gestiones de Axel Kicillof y Javier Milei.

En el seno del armado federal, sin embargo, confirmaron a LA NACION que “en la provincia de Buenos Aires, se está evaluando un acompañamiento tácito”. También se discute esta posibilidad en la Capital Federal, donde se inscribió la alianza Ciudadanos Unidos, que, a pesar de la readecuación del nombre, se presenta como la expresión porteña del armado de los gobernadores.

Sucede que, en este distrito, habrá otra coalición moderada en competencia. Se trata de la alianza Hagamos Futuro, que lideran Hernán Reyes (Coalición Cívica) y Graciela Ocaña (Confianza Pública), ambos legisladores porteños. Este frente podría dividir el voto moderado que pretende capitalizar Ciudadanos Unidos.

Además del riesgo de obtener un resultado adverso en las urnas, se suma otro factor. Los gobernadores apuestan a construir un frente a largo plazo que les permita promover una fórmula presidencial competitiva en 2027. Por ello, una de sus principales preocupaciones es afianzar una identidad común en todos los distritos donde participa.

“En lugares tan complejos y grandes no había tiempo para organizar algo que mantenga la identidad de los gobernadores”, explicó un referente a cargo del armado. Por esta razón, de no llegarse a un acuerdo de acompañamiento, cualquier apoyo a las listas impulsadas por Schiaretti en ambas jurisdicciones se hará “a título personal” para no comprometer al frente.

Tierra del Fuego, San Luis, La Rioja y Catamarca son otras provincias donde Hacemos participará de los comicios nacionales con el nombre Provincias Unidas. Según fuentes cercanas a los cinco gobernadores fundadores, ninguna de esas alianzas cuenta con el aval explícito de los mandatarios.

LA NACION consultó sobre la posibilidad de que los gobernadores impugnen estas inscripciones ante la Justicia Electoral, pero en el seno del armado federal aseguraron que no cuentan con ningún tipo de documento o evidencia escrita que permita acreditar que dichas alianzas avanzaron sin su aval. En este escenario, cualquier intervención de este tipo podría fracasar y los gobernadores deberán seguir discutiendo qué estrategia y posición tomar, especialmente una vez que arranque oficialmente la campaña nacional.

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