Paulina Porizkova, reconocida supermodelo de la década de 1980, fue el rostro de importantes campañas publicitarias y revistas de moda. Sin embargo, su vida personal estuvo marcada por el abandono y el sufrimiento, lo que la llevó a convertirse en una voz crítica sobre la misoginia en la industria de la moda.
Infancia y abandono
Paulina nació en Checoslovaquia en 1965. A los 3 años, sus padres huyeron del país durante la invasión soviética, dejándola con sus abuelos. En Suecia, sus padres intentaron recuperarla, lo que generó interés mediático y la presencia de fotógrafos en su vida desde temprana edad.
Un inicio en el modelaje
Con 14 años, fue llevada a París por un agente de modelos, donde comenzó su carrera en la industria de la moda. A pesar de su éxito, enfrentó acoso y violencia sexual en un ambiente dominado por hombres.
Relaciones y desafíos personales
En 1989, se casó con el músico Ric Ocasek y tuvieron dos hijos. A lo largo de su relación, Paulina experimentó cambios significativos en su vida personal y profesional, lo que culminó en una separación tras casi 30 años de matrimonio.
Una nueva etapa
Después de la muerte de Ocasek en 2019, Paulina decidió retomar su carrera de modelaje y comenzó a hablar abiertamente sobre el ageísmo y la invisibilización de las mujeres mayores en la industria. En 2022, publicó “Sin filtro”, donde compartió su historia y reflexiones sobre la vida y el envejecimiento.
Hoy, Paulina continúa sorprendiendo en redes sociales, compartiendo su imagen auténtica y promoviendo un mensaje de aceptación y empoderamiento para las mujeres mayores.
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