La portavoz del PSOE, Montse Mínguez, ha afirmado que el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, es capaz de “institucionalizar el racismo, la xenofobia y la islamofobia” para llegar al poder, en referencia a la polémica decisión del Ayuntamiento de Jumilla (Murcia).
Mínguez hizo estas declaraciones en un comunicado del PSOE, analizando la reciente controversia por la moción aprobada por el Pleno municipal de Jumilla, impulsada por el PP y Vox, que busca la prohibición de celebraciones religiosas, como la fiesta del cordero, en instalaciones municipales.
Según la portavoz socialista, Feijóo ha dado un volantazo hacia la ultraderecha en lugar de acercar al Partido Popular al centro. La moción en Jumilla es “un ejemplo más de los muchos que se llevan haciendo poco a poco en la geografía española”.
Los guiños a Vox
Mínguez continuó señalando que Feijóo ha manifestado su intención de seducir al votante de Vox para alcanzar el poder, sin importar si esto implica institucionalizar el racismo, la xenofobia y la islamofobia.
“O se está con la confrontación, o se está con la convivencia, o se está con la defensa de los derechos y de las libertades, o se está con los discursos racistas, de señalamiento y de odio”, añadió.
Además, destacó que se vigilarán y combatirán las campañas de odio en las redes sociales, subrayando que la única herramienta contra el odio es la Constitución. “Contra los discursos racistas, no cabe templanza ni tibieza y contra la confrontación, lo que cabe es más convivencia”, enfatizó.
Mínguez también acusó al PP de un “mix” con Vox, que a su juicio está detrás de lo ocurrido en Jumilla y otros incidentes, como los incidentes en Torre Pacheco, donde se ha dado una “caza al inmigrante”.
La portavoz socialista mencionó el cierre en la Comunidad de Madrid de un centro de menores que anteriormente no había tenido problemas al acoger a niños ucranianos, pero que enfrenta dificultades al recibir niños subsaharianos.
Asimismo, acusó al PP de implementar una política racista en las comunidades donde gobierna, negándose a acoger a los menores migrantes que llegan a las Islas Canarias.
Finalmente, concluyó que se está alimentando y blanqueando un discurso de odio en la geografía española, todo a cambio de unos votos.
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